Betis
Mallorca
El Real Betis se lame su magulladura europea, se sacude las vestiduras, restituye su orgullo después de despedirse de su tercera competición en esta histórica temporada y se marcha al parón cargado de motivos para mantener alta la bandera de la ilusión. Un gol de Borja Iglesias le dio tres puntos muy importantes que sirven para agarrarse al balcón de la Champions metiendo presión a la Real Sociedad y haciéndose fuerte en zona europea, pues acabará la jornada con un mínimo de ocho puntos sobre el séptimo clasificado (nueve si no gana Osasuna) antes de volver ya en abril con una complicada visita al Atlético de Madrid para intentar reforzar su condición de equipo competitivo y dar un golpe en la mesa del 'Top 4' de LaLiga.
Los de Pellegrini sólo habían ganado uno de sus siete últimos partidos como locales y recibían a un Mallorca que perdió en el Benito Villamarín por sexto desplazamiento seguido. Desde el inicio, el Betis ejerció un dominio abrumador de la posesión que sin embargo no lograba traducir en ocasiones claras. Armaba largas circulaciones de un lado a otro, intentando mover la ordenada defensa del Mallorca, que hasta el 1-0 esperaba siempre en un bloque muy bajo con dos líneas de cuatro entre el portero Rajkovic y el delantero Muriqi. Jugaba muy bien, pero seguía falto de esa chispa en el último tercio del campo. La lata la acabó abriendo Sabaly, con un disparo desviado por Borja Iglesias sin mirar pero siendo perfectamente consciente de dónde estaba la portería y el portero. El Panda se había dejado la piel y, un día más, no lograba tener su oportunidad. El karma le debe muchos goles. Hoy le ha devuelto uno, pero faltan muchos más.
Aunque cambiaron roles con cierta frecuencia, un vigiladísimo Canales bajaba mucho a recibir y un liberado Rodri esta vez caía al costado izquierdo, dejando a Ayoze como segundo punta, escalonado con Borja Iglesias buscando generar superioridades con su movilidad e intentando beneficiarse de la enorme capacidad de esfuerzo del Panda para bajar balones, recibir de espaldas, fijar centrales e intentar generar espacios. En el 7', una de esas largas combinaciones culminó con un disparo desde fuera del área de Guardado que se fue rozando el larguero del arco balear. Fue el único recurso para poder terminar jugada ya que la otra variante, la de los centros laterales, generalmente de Miranda desde la izquierda o Canales a balón parado, era siempre repelida por la poblada defensa del conjunto bermellón.
El de Olivares no llega aún al excelso nivel que exhibía Álex Moreno, pero ha dado un enorme paso adelante y cada día logra ser más profundo. El '33' lo intentó en el minuto 16 con una jugada muy típica del Álex: rápido desmarque-sorpresa al área con pase de Canales por encima de la defensa. El lateral zurdo del Betis logró conectar el remate, pero su volea -muy encimado por Maffeo- se perdió demasiado arriba. En el primer año de Pellegrini, Miranda ya se hizo con la titularidad por delante del ahora jugador del Aston Villa. Quizás asumió con demasiada displicencia su suplencia. Ahora, el héroe de la Copa de 2022 vuelve a sentirse importante y su confianza se hace notar sobre el tapete.
El paso de los minutos convertía en insípido el claro dominio del Betis, que no lograba abrir huecos con su juego asociativo y sigue falto de cierta inspiración ofensiva. Lo hace casi todo bien, pero se le apaga la luz cuando llega al último tercio de campo y encima no anda sobrado de puntería, como demostró en la eliminatoria europea contra el United. La siguiente acción de peligro volvió a llegar en una individualidad. Al filo de la media hora, Ayoze Pérez bajó a recibir de espaldas y sorprendió dejando correr el balón para girarse rápido, dejar atrás a dos rivales y conducir hasta la frontal, donde conectó un zapatazo que dio en la espalda de Nastasic y fue embolsado posteriormente por Rajkovic.
Volvió a agitar el árbol Rodri, quien pidió de manera vehemente penalti en el 35' por una mano del propio Nastasic en el área que cortó un control orientado del extremeño tras la enésima salida en conducción de Pezzella hasta tres cuartos de campo. Por sus gestos, Pizarro Gómez le explicaba que el defensor del Mallorca tenía sus brazos pegados al cuerpo (tesis avalada por el siempre polémico González González desde el VAR). Fue antes del último arreón local, con dos intentos casi seguidos de Canales repelidos por el muro balear en un tramo final que se jugaba al ritmo que quería el extremeño, ágil en el desborde y preciso cuando dejó la banda para internarse, la decisión que tuvo una incidencia directa en la fluidez del juego del Betis.
El mal inicio de 2023 de Borja Iglesias (numérico, que no de juego ni de implicación) le ha costado al gallego quedarse fuera de la primera lista de Luis de la Fuente y ser adelantado por sus paisanos Iago Aspas y Joselu Mato. El Panda se había fajado en el cuerpeo en la primera parte, pero estaba enjaulado y no había conseguido recibir para buscar su ocasión. El karma le debe muchos goles, así que el '9' puso el 1-0 sin necesitar disparar a portería. El que lo hizo fue Sabaly, pero la pierna del delantero estaba por ahí y desvió de manera providencial para batir a Rajkovic en el 48' y darle al Betis el gol que tanto necesitaba su dominio. Volvió a intentarlo en el 59', tras abrirse a la izquierda, recibir de Ayoze y soltar un zapatazo centrado que atrapó el portero.
Muy poco del Mallorca en ataque antes y después del 1-0. Intentaba salir a la contra, pero la defensa del Betis replegaba bien con Guido y Guardado pasando la escoba y con seguridad en los centrales pese a jugar muy lejos de su portería. En el 15', Jaume Costa disparó arriba en segunda jugada, tras despejar Pezzella un servicio de Muriqi al punto de penalti, tras bajar un centro al segundo palo de Maffeo desde la derecha. El delantero kosovar no necesita mucho para generar peligro, la primera que recibió en el área, en el 22', la mandó para adentro con una gran definición ajustando el balón junto al palo derecho de Rui Silva. Suerte que la acción fue anulada por fuera de juego.
No hubo nada más de ahí hasta la hora de juego, así que Javier Aguirre intentó reaccionar con un triple cambio y dos más antes del 76', pasando a defensa de cuatro, adelantando líneas y jugando con dos puntas, Kadewere y Muriqi (luego Abdón). Manuel Pellegrini respondió reforzando la medular con la entrada de William Carvalho por Ayoze y metiendo amenaza a la contra con el oportunismo de Juanmi, sustituto de un Rodri que se marchó muy cansado después de haber asumido el ritmo de juego durante muchos minutos.
El ritmo del juego sufrió un bajón drástico, el Betis jugaba a dormir el encuentro y el único sobresalto lo protagonizó Kadwere en el 79', pero su disparo desde dentro del área salió demasiado cruzado. La polémica vino porque Pizarro Gómez dijo que había tocado en Rui Silva y la protesta le acabó costando la quinta amarilla a Guardado, que no estará ante el Atlético a la vuelta del parón. Antes del final, Sabaly se volvió a soltar para demostrar que sabe hacer muchas más cosas que defender de manera espartana y correr pegado a banda. El senegalés llegó al vértice del área, hizo una finta con un movimiento de cadera propio de bailarín, dejó una pisadita, un reverso y un cambio de pie para culminar con un zurdazo atrapado por Rajkovic. Si entra eso, se cae un Benito Villamarín hasta la bandera. La bandera de la ilusión.
1- Real Betis: Rui Silva; Sabaly, Pezzella (Víctor Ruiz 83'), Edgar, Miranda; Guido Rodríguez, Guardado; Canales (Joaquín 83'), Rodri (Juanmi 69'), Ayoze (William Carvalho 69'); y Borja Iglesias (Willian José 90+2').
0- RCD Mallorca: Rajkovic; Maffeo (Amath 71'), Giovani González, Raillo, Nastasic, Jaume Costa (Augustinsson 57'); Dani Rodríguez (Antonio Sánchez 57'), Ruiz de Galarreta, Iddrisu Baba (Kadewere 57'), Kang In Lee; y Muriqi (Abdon Prats 77').
Árbitro: Pizarro Gómez (Comité Madrileño). Amonestó al local Guardado y a los visitantes Jaume Costa, Nastasic y al entrenador Javier Aguirre.
Goles: 1-0 (48') Borja Iglesias.
Incidencias: partido correspondiente a la jornada 26 de LaLiga en Primera división disputado en el estadio Benito Villamarín de Sevilla ante un total de 50.412 espectadores.