At. Madrid
Sevilla
En la visita al Atlético de Madrid, el entrenador del Sevilla FC, Jorge Sampaoli hizo cinco cambios con respecto al once ante Osasuna para, según explicó, alejarse del caos y buscar orden; pero consiguió todo lo contrario. El equipo se ha acostumbrado a jugar más arropado atrás y, con defensa de cuatro, dejaba numerosos espacios. Lo peor que le pudo pasar fue acabar una nefasta primera mitad con 2-1, fruto de un perseverante carrera de Pape Gueye y la inspiración de En-Nesyri, porque el gol debió camuflar el desastre a ojos del entrenador, que no hizo ningún cambio en la reanudación y cuando realizó el segundo ya iba perdiendo 5-1. Una nueva expulsión para ahondar el déficit de efectivos y el definitivo 6-1 fueron la puntilla a un partido que deja muy tocado al equipo nervionense y a su entrenador. La 'Teoría del caos' de Sampaoli ya es la 'Teoría del K.O.'.
De inicio, Sampaoli dio entrada a Montiel, Acuña, Jordán, Suso y Ocampos por Navas, Fernando, Óliver, Lamela y Bryan Gil; pero lo más significativo, más que los nombres, fue el dibujo. La baja por sanción del brasileño agrava los problemas en defensa y el argentino, que se quejó en sala de prensa de "ausencia de jugadores específicos", tampoco tiró del filial. Se esperaba que volviese a reubicar a Telles, pero el dibujo con cinco atrás de Simeone quizás le invitó a probar con una defensa de cuatro a la que muy pronto se le verían las costuras.
Nianzou disimula sus carencias en defensa de cinco. En la de cuatro, desarropado y con más metros para cubrir, sufre mucho más. Y Gudelj, que cabe recordar que no es central, hace lo que puede. El primer desmarque de Memphis a la espalda del galo le pilló desprevenido, se quedó clavado y el neerlandés se plantó ante Bono, que salió con determinación a sus pies cuando sólo habían transcurridos dos minutos de un encuentro en el que el Atlético lograba hacerse rápido con el balón gracias a su buena presión tras perdida y lo movía de lado a lado buscando un hueco.
El Atlético hacía recular mucho al Sevilla FC y le anclaba en su campo. No sólo le duraba poco la posesión, sino que lo poco que la tenía estaba con demasiados metros por delante como para poder sorprender al siempre ordenado cuadro local, que dominaba con buenos movimientos entre líneas de Lemar y Griezmann y hacía daño abriendo mucho el campo con largas posesiones y mucha profundidad por fuera. Carrasco le daba problemas a Montiel con su precisión de conducción y su atrevimiento para encarar. Acto seguido, Gudelj se lanzaba con todo para ayudar a Acuña y desviar a córner un centro de Marcos Llorente, que en el 19' mandó al lateral de la red un remate franco tras una carambola de rebotes en el área sevillista.
No hubo más avisos. En el 23', el Sevilla FC se fue a presionar a la desesperada. Es decir, fue tarde y mal, se descolocó y bastó una pared, con pase filtrado de Griezmann para lanzar a Memphis en su nuevo desmarque en la gruesa autopista entre los dos centrales del Sevilla, para volver a encarar a Bono y, esta vez sí, batirle por bajo. Y sólo tres minutos después, el 2-0. En el 26', pérdida de Jordán, ahora el que rompe entre Nianzou y Gudelj es Griezmann, que se la pone en la frontal a Depay para que, con un preciso derechazo, mande el balón a la escuadra izquierda del meta visitante. Sólo entonces, con el marcador ya encarrilado, el Atlético dejó sobar algo de bola al Sevilla FC. El clásico pasito atrás, ese recurrente conformismo conservadurista en el que el 'Cholismo' ha tropezado tantas y tantas veces. Lo de la cabra y el monte, que lo que tira, tira.
Hasta ese momento, el cuadro nervionense no había dejado más que un nuevo misil de Gudelj, muy desviado esta vez, en toda una primera mitad de impotencia y desorden que, a pesar de todo, acabó con una alegría -aleluya, por fin atacando el espacio-. Pero tenía algo de balón y, al menos podía intentar algo. En el 39', Pape Gueye demostró aún más fe que potencia de zancada para perseguir un pase difícil de Acuña a media altura y botando, empeorado aún más con un control imposible con rodilla, y llegar contra todo pronóstico para ponerla atrás, donde apareció la punta de la bota del inspirado En-Nesyri. El marroquí hizo el 2-1, su duodécimo tanto (noveno en 13 partidos en 2023).
No obstante, aunque parecía que la segunda mitad cobraba otro cariz con el gol, el 2-1 quizás fue más perjudicial para el Sevilla FC que para el Atlético. Simeone retomó el martillo pilón de su plan inicial y Sampaoli frenó con el 2-1 los cambios que la mala primera parte pedía. Lo castigó Griezmann, en su enésimo movimiento entre defensa y centro del campo, con un zapatazo lejano a la escuadra (derecha esta vez) de Bono para hacer el 3-1 en el 53'.
Pudo volver a meterse el Sevilla FC a la hora de juego, tras un mal pase de Savic que Ocampos interceptó en la frontal para ceder a su derecha al zurdazo de Suso, que mandó a las nubes la segunda jugada de peligro de su equipo en todo el partido. Ya se sabe lo que viene después. Olía al quinto del Atlético antes incluso que al cuarto. Y llegó. Llegaron. El 4-1 lo metió en el 69' Carrasco, uno de los tres jugadores del Atlético que estaban libres de marca en el área del Sevilla FC en la enésima irrupción de Llorente a la espalda de Acuña.
Para colmo, Pape Gueye forzó un penalti en otro aislado arreón de fe y Rakitic culminó otro partidito de trote estrellando el balón contra el palo. A la jugada siguiente, por inercia, Álvaro Morata hizo el 5-1. En el 76', Griezmann conduce 20 metros por el perfil izquierdo sin que nadie le salga al paso y la pone al área, donde Morata había entrado solo por el pasillo entre Acuña y nadie (Gudelj ni estaba y Jordán no llegó), estrelló su primer disparo contra Bono y lo recogió para entrar dentro de la portería con él sin oposición. A esas alturas, Sampaoli sólo había hecho un cambio. Nada más encajar la manita hizo dos de una tacada para abrigarse atrás pero ahí ya se había acabado el partido, si es que no había acabado en el 23', así que no sirvió de nada.
Por si fuera poco castigo, encima Pape Gueye fue expulsado por doble amarilla y aumenta la plaga de bajas. Para redondear, Morata cazó un balón en la frontal para poner a bailar a Nianzou con sólo un amago y batir a Bono haciendo un set fulminante y firmando un doblete ante el Sevilla FC, un equipo por el que estuvo cerca de firmar en 2019 y al que este sábado dejó hundido en el fondo de la tabla, sintiendo el calor del descenso, tras convertirle en su víctima favorita (sexto tanto). Contudente derrota de un equipo fragmentado que acabó hecho pedazos y podría caer a descenso si ganan este domingo Valladolid y Valencia.
Un punto de nueve tras tres jornadas sin ganar le anclan al pozo. Tercera derrota en cuatro partidos seguidos sin ganar. Ésta, por el 6-1 y por la incapacidad de Sampaoli de detener la hemorragia es especialmente sangrante. Una derrota de las que hacen daño a la credibilidad de la plantilla y, sobre todo, del entrenador.
6- Atlético de Madrid: Oblak; Marcos Llorente (Doherty 78'), Savic, Giménez, Mario Hermoso, Carrasco (Carlos Martínez 86'); Witsel, Koke (Saúl 78'), Lemar (Pablo Barrios 64') Griezmann; y Memphis Depay.
1- Sevilla FC: Bono; Montiel (Navas 86'), Nianzou, Gudelj, Acuña; Joan Jordán, Pape Gueye (80'); Suso (Óliver Torres 67'), Rakitic (Telles 78'), Ocampos (Rafa Mir 86'); y En-Nesyri (Byan Gil 78').
Árbitro: Cuadra Fernández (C. Balear). Expulsó por doble amarilla al sevillista Pape Gueye. Amonestó al local Giménez y al visitante Acuña.
Goles: 1-0 (23') Memphis Depay; 2-0 (26') Memphis Depay; 2-1 (39') En-Nesyri; 3-1 (53') Griezmann; 4-1 (69') Carrasco; 5-1 (76') Morata; 6-1 (92') Morata.
Incidencias: partido correspondiente a la jornada 24 de LaLiga en Primera división disputado en el estadio Cívitas Metropolitano de Madrid. Los jugadores del Atlético saltaron al campo con camisetas en las que se leía 'Ánimo, Reinildo', tras la grave lesión del defensor. Los dos porteros jugaron de negro en homenaje al mítico Iribar por su 80 cumpleaños y el técnico local, Diego Pablo Simeone, fue ovacionado y obsequiado por su récord de 613 partidos en el banquillo colchonero.