Argentina se ha proclamado este domingo campeona del Mundo al derrotar a Francia en una final espectacular que concluyó con 3-3 y que se resolvió en la tanda de penaltis (4-2). Nuevamente, el 'Dibu' Martínez se erigió en héroe de la Albiceleste, deteniendo un penalti a Coman (adivinó el que sí entró de Mbappé, que le metió otros dos y uno de volea con el reloj corriendo), mientras que Tchouaméni la mandó fuera. Los suramericanos acertaron en los cuatro que lanzaron: Messi, Dybala, Paredes... y Montiel. El sevillista fue verdugo, primero, dejando arriba la mano en el área que costó la pena máxima en el minuto 116 para forzar esa resolución fatídica, aunque, como ante los Países Bajos en cuartos de final, le tocó tirar la decisiva, engañando a Lloris para hacer innecesario el quinto, que era para Lautaro Martínez o Enzo Fernández. Antes, casi emula a Pavard con su famoso y estético disparo, pero no atinó.
Cinco 'sevillanos', por tanto, se coronaron en Qatar, tres de ellos con papel protagonista, porque, aunque ninguno fue titular, solamente el 'Papu' Gómez y Guido Rodríguez acabarían sin minutos, en el banquillo y celebrando por todo lo alto la tercera estrella de los hombres de Lionel. Y aquí vale para Scaloni y Messi, que ya puede celebrar, como todo su pueblo, que no se va a retirar sin un Mundial en su currículo. Emulando a España, que perdió su primer partido (ante Suiza, la 'Roja', en Sudáfrica 2010; contra Arabia Saudí, Argentina, a orillas del Golfo Pérsico doce años más tarde). El primero en ingresar durante la reanudación fue uno de los otros dos sevillistas, Marcos Acuña, que vio amarilla unos minutos después de suplir a Di María en el 64. Montiel entró por Nahuel Molina al inicio de la prórroga, mientras que, con 3-2 y a falta de cuatro minutos, el bético Germán Pezzella relevó a Mac Allister para formar una defensa de cinco, aunque Mbappé aprovechó el error del 'Cachete' para firmar el 3-3 desde los once metros.
El impresionante Lusail Stadium, con capacidad para cerca de 89.000 espectadores, estalló de júbilo por la mayoría albiceleste en sus gradas. Además, Messi ganó el sorteo auspiciado por el colegiado, el polaco Szymon Marciniak, por lo que los penaltis decisivos se lanzarían en la portería más cercana a la grada inicialmente destinada a los aficionados argentino, que, no obstante, aparecieron en otras muchas zonas del campo. Comenzó tirando y marcando Francia, aunque la historia sería luego condescendiente con los suramericanos, que desperdiciaron sendas ventajas de 2-0 y 3-2 (ya en el tiempo extra), sufriendo hasta más allá del minuto 120. Pero la alegría no hay quien se la quite ya.