El Málaga debe mentalizarse ya en la puesta en marcha de su nuevo proyecto. Kike Pérez ya afirmó este pasado lunes que el proceso de reconstrucción va a comenzar ya y que la llegada del nuevo director deportivo “es inminente”. El club debe adaptarse a su nueva realidad y acometer una profunda reestructuración en todas sus áreas. La misión del nuevo director deportivo será dar forma a un proyecto que recupere la ilusión de la afición y que devuelva al equipo a la categoría de plata. Porque no habrá espacio para conjeturas y experimentos ni para la paciencia. Subir será una obligación desde el primer día. Y habrá que buscar profesionales que sepan convivir con esa exigencia.
El escenario al que deberá aclimatarse el Málaga será totalmente diferente. Por suerte, la situación económica del club es estable gracias al acuerdo con CVC. Pero los ingresos se van a ver reducidos de manera muy considerable. La nueva realidad le obligará a adaptarse a unos ingresos televisivos mínimos y la compensación por perder la categoría no tiene nada que ver con la que percibió el club cuando bajó de Primera a Segunda.
Así, los derechos por televisión serán rebajados de una cantidad que ronda los siete millones de euros a una cifra de entre 150.000 y 300.000 euros. Y es que la RFEF ha sacado a concurso los derechos por una cantidad de siete millones de euros que habría que repartir entre los 40 equipos que integrarán la Primera RFEF el próximo ejercicio. La cantidad que ingresaba el Málaga en Segunda es la misma que recibirán los 40 equipos de la tercera categoría.
En cuanto a la compensación por el descenso, las cifras están también muy por debajo de lo que ingresó el club cuando pasó de Primera a Segunda. El Málaga tiene asegurada una cantidad de 1,25 millones por bajar a Primera RFEF y, además, LaLiga pondrá a disposición del club un depósito de tres millones de euros del que podrá disponer a lo largo de las tres próximas temporadas y que deberá devolver cuando regrese al fútbol profesional.
Otra arista pendiente es la de CVC. El Málaga y el resto de clubes que rubricaron el acuerdo ya recibieron un 50 por ciento del total y está pendiente el 50 por ciento restante, que se terminará de cobrar al final de esta temporada (25 %) y cuando finalice la próxima (el otro 25 %). Con el descenso, el Málaga dejará de percibir esos ingresos sin que esto suponga una desvinculación del acuerdo con CVC. Es más, las fuentes consultadas por AS aseguran que el Málaga podría disponer de estos fondos si tiene planes de inversión y los justifica debidamente, aunque se encuentre en Primera RFEF.
Este es el nuevo horizonte que tiene por delante el Málaga. Las cuentas están saneadas y aún están por llegar los cuatro millones de Ontiveros y la más que posible indemnización por el no traspaso de Horta del Braga al Benfica (unos nueve millones entre ambas operaciones). A corto plazo las urgencias económicas no lo serán tanto, pero es indispensable que la recuperación sea inmediata y el equipo vuelva al fútbol profesional dentro de un año.