Luis Maximiano, buen y mal negocio

Luis Maximiano está pasando por uno de sus momentos más amargados desde que salió del Granada CF. El portero portugués no juega nada desde que abandonara el equipo nazarí, puesto que sólo ha disputado un partido en la Lazio, club que lo fichó por 10 millones de euros y ahora quiere deshacerse de él, ya que Maurizio Sarri, su entrenador en la escuadra de la capital de Italia, no cuenta con él.

Debido a ello, Luis Maximiano está en el escaparate, en el mercado de fichajes, pero su salida de la Lazio no está nada fácil puesto que el portugués tiene contrato hasta el 30 de junio de 2027 y la Lazio, si no lo cede, lo desearía traspasar por un precio similar al que le costó para así recuperar la inversión que realizó. Algo que difícilmente ocurrirá.

A sus 23 años, Luis Maximiano es uno claro ejemplo de que en el fútbol hay que acertar siempre con los pasos que se vayan a llevar a cabo en una carrera deportiva pues uno en falso puede provocar un serio revés en una trayectoria que aún es muy recuperable. Por ello, sus agentes se mueven, por ahora sin éxito, llegando a ser ofrecido a un RCD Espanyol que busca un nuevo portero de que Benjamin Lecomte y Álvaro Fernández hayan decepcionado en este arranque de temporada, ya que sus actuaciones le han costado muchos puntos.

Más allá de eso, para el Granada CF fue un gran negocio, pues vendió a un portero en el momento álgido de su caché, llegó a sonar para Betis, Barcelona o Celta, por un buen precio, aunque al mismo tiempo perdió, casi con total seguridad, a un portero que le hubiera venido a la perfección para intentar regresar a LaLiga lo más pronto posible. Y es que Luis Maximiano suplió con garantías a Rui Silva, que se marchó al Betis, pero sin llegar al nivel del ahora verdiblanco.

Tanto es así, que el portugués llegó a sonar para diferentes equipos españoles de LaLiga como el propio Betis, por si vendía al miso Rui Silva, el Barcelona, para ser suplente de ter Stegen, o incluso para un Celta que tenía la necesidad de hacerse con un portero titular.

Por su parte, la última parte implicada en esta operación, la Lazio, ha hecho uno de los peores negocios de su vida, por el momento, al gastarse 10 millones de euros en un portero que no juega y que no lo está pasando demasiado bien pues en Italia asegura que le buscan nuevo club.