El Granada acepta su destino a Segunda

La derrota del pasado viernes ante el Cádiz fue un jarro de agua fría a las aspiraciones de salvación del Granada. La llegada de José Ramón Sandoval daba un nuevo aire al vestuario, enfrente además, un rival directo por la permanencia pero el partido del Nuevo Mirandilla fue casi la consumación del descenso en la plantilla nazarí. El Cádiz, todavía antepenúltimo se distanciaba hasta los nueve puntos faltándoles todavía 27 por disputar a los de Sandoval. No imposible, pero sí muy complicado.

Y en el vestuario, como decimos, se habla claramente ya de la realidad del descenso. Para muestra, las palabras de Lucas Boyé tras el choque en Cádiz, que hizo una "valoración negativa" del momento que viven. "En Cádiz pasó como ha ocurrido en los últimos partidos, por momentos tenemos buenas cosas pero no nos alcanza. Estamos todos muy lejos de nuestro nivel y no está costando muchísimo ganar", reconocía Lucas Boyé en declaraciones a los medios del club granadino.

El delantero argentino no quiso poner paños calientes y admitió que están "lejísimos del objetivo", que no es otro que la permanencia, algo ya "prácticamente imposible". "Es muy difícil pero tenemos que pelear para cambiar la imagen rápidamente", añadió Lucas Boyé, que sabe que esta semana tienen una bola extra con el partido aplazado ante el Valencia, que se disputará el jueves: "El jueves tenemos otro partido y hay que levantarse rápido para ofrecer una buena imagen en casa con nuestra afición".

Sensaciones malas y una última bala

Para los medios del club también habló el centrocampista Sergio Ruiz, que al igual que su compañero Lucas Boyé, se mostró pesimista. “La valoración no puede ser positiva porque no hemos estado bien. Ellos han estado mejor que nosotros en el juego directo y las segundas jugadas, y sin tener muchas ocasiones claras el partido estaba más hacia su lado que hacia el nuestro", admitió el mediocentro que ya no esconde que al equipo le vienen "sensaciones malas". "La semana que viene intentaremos ganar en casa y por lo menos darle una alegría a la gente", finalizó.

El entrenador del Granada, José Ramón Sandoval, ya dejó claro tras el partido ante el Cádiz que el jueves contra el Valencia "es la última bala" para intentar conseguir la permanencia: "Los chicos están que con poquito que les soples, se cae. Tenemos que intentar minimizar ciertas cosas y fortalecer, la plantilla es amplia y ver las posibilidades para sacar algo positivo. Tenemos a nuestra afición con nosotros y eso hará que el partido cambie un poquito".