Una semana antes, el Granada se había impuesto con solvencia a Las Palmas en el Nuevo Los Cármenes, dando un golpe de autoridad ante uno de los rivales más duros de la categoría.
La victoria hacía olvidar las dos últimas derrotas en la carretera y el conjunto andaluz dependía de sí mismo para alcanzar el ascenso directo, un decorado favorable que saltó por los aires ante el Racing de Santander en tierras cántabras, despertando los fantasmas que vienen asediando a los rojiblancos desde el comienzo del curso.
Con el tropiezo en El Sardinero, el equipo de Paco López vuelve a caer en barrena cuando juega lejos de su estadio, enlazando tres derrotas consecutivas como visitante en el momento más inoportuno de la temporada y ante tres rivales de la zona baja, con los que a priori los favoritos para cosechar los tres puntos era el propio cuadro granadino.
Aunque es difícil de explicar, como reconoció el propio técnico valenciano, el Granada se desdibuja completamente cuando actúa en la carretera, perdiendo su carácter y su gen competitivo.
En esta serie nefasta de encuentros, el Granada, a pesar de ser el segundo conjunto más realizador de la categoría, se ha quedado seco, incapaz de perforar la portería rival en los 270 minutos disputados, un dato que evidencia la inoperancia de los nazaríes cuando abandonan la ciudad de la Alhambra.
Aunque los de Paco López le ganaron el duelo por la posesión a Sporting, Zaragoza y Racing, el conjunto granadino se mostró estéril y sin ideas en ataque, sumando únicamente cinco disparos a puerta entre los tres encuentros, disminuyendo su producción ofensiva hasta casi el cero absoluto en El Sardinero, donde los nazaríes no fueron capaces de generar ni una ocasión clara de peligro, algo impropio de un equipo que lucha por el ascenso directo.
Por suerte para el Granada, de los cinco encuentros que restan para la conclusión del campeonato sólo dos son lejos de Los Cármenes, aunque una de esas visitas será ante el Alavés, un rival directo al que los andaluces necesitarán doblegar, para lo que deberán exportar la versión que ofrecen ante su afición a tierras vitorianas.