La rotura de ligamento cruzados es un mal cada vez más frecuente en el fútbol. El incesante ritmo de partidos exige un derroche físico, a veces sobrehumano, a los jugadores. Tanto es así que no es extraño que ese sobreesfuerzo derive en lesiones de esta índole. Una rotura que bien puede ser considerada un infierno. En este sentido, además de enviar al jugador al dique seco durante más de seis meses, convierte el regreso del mismo en titubeos e incógnitas. Uno que lo sufrió en sus carnes fue Enes Ünal.
Ünal se rompió el ligamento cruzado ante el Real Betis en el Benito Villamarín el día 24 de mayo. Desde entonces, el futbolista turco se sumergió en un proceso de recuperación largo y de pesadumbre que le tuvo apartado varios meses fuera del terreno de juego. De hecho, no fue hasta este pasado martes 19 de diciembre, siete meses después, cuando el delantero del Getafe CF volvió a formar parte de una lista de citados de cara al choque ante el Atlético de Madrid.
Un acortamiento de plazos en toda reglas, provocado por el ímpetu y la ambición del propio jugador. Así lo confirmaba Bordalás en rueda de prensa, en la previa al choque: “Estamos contentos y sorprendidos con Enes Ünal. Es otro ejemplo de esfuerzo, de compromiso. Se va encontrando fuerte, acercándose a lo que él ha sido. Está feliz, pero a veces le tenemos que frenar, porque si por él fuese, jugaría mañana”.
A priori, su recuperación estaba prevista para finales de enero o principios de febrero. Así pues, el adelanto de las fechas dejó a todos sorprendidos. La convocatoria de Enes Ünal fue una más que agradable sorpresa, que invita a ilusionar a la afición azulona. Una hinchada que vive ilusionada por el octavo puesto que su equipo ocupa en LaLiga y que ha encontrado en Borja Mayoral y sus doce goles un relevo para aliviar las penas de la lesión de su delantero estrella.
Con todo, en Getafe son conscientes de que deben ser cautos ante una lesión de tal escala. Tan solo han pasado siete meses desde la desafortunada lesión de Enes Ünal y lo lógico es que el futbolista tarde en readaptarse como mínimo un mes más al nivel de competición que poseía antes de la visita al Villamarín.
En LaLiga hay y hubo recientemente ejemplos de futbolistas que sufrieron la misma lesión y sufrieron un proceso largo de recuperación. Uno que resonó con fuerza en la Península fue Mikel Oyarzabal. El mediapunta vasco fue operado en marzo de 2022 y no reapareció hasta el 31 de diciembre de ese mismo año, viéndose resentido posteriormente.
Recientemente, los casos más sonados son los de Gavi, Alaba, Silva, Militao, Roca o Courtois. Dichos futbolistas sufrieron una rotura del ligamento cruzado anterior de sus rodillas y se unieron a una larga lista de futbolistas que durante la temporada 2022/23 lo sufrieron en Primera División. La lista es la siguiente: Ünal (Getafe), Jaume Doménech (Valencia), Anuar (Valladolid), Reinildo (Atlético de Madrid), Gori (Espanyol), Bryan Ocampo (Cádiz), Brasanac (Osasuna), Svidersky (Almería), Toni Villa (Girona), Zaldúa (Cádiz) Sadiq (Real Sociedad), Coquelin (Villarreal) y Nabil Fekir (Real Betis).
El del Real Betis fue uno de los últimos en reaparecer de esta aparatosa lesión y tardó poco en volver a la enfermería. En este sentido Fekir reapareció a los ocho meses y medio y, cuatro partidos después, sufrió una lesión muscular derivada de la misma rotura ocasionada en la rodilla. Así lo explicaba Manuel Pellegrini en rueda de prensa: “Además del golpe, tiene una dolencia muscular. Es normal por el desequilibrio de la lesión que tuvo y seguramente lo vamos a tener fuera un par de semanas".
Así pues, en el Getafe tendrán que tomar precaución con Enes Ünal. El futbolista sufrió una rotura en el ligamento que juega un papel crucial en la estabilidad de la rodilla y, para volver a estar recuperado al 100%, no deberá tomar riesgos. No obstante, en Getafe ya sueñan con el regreso de su delantero turco.