En Brasil, al igual que en otros muchos países, el fútbol se vive con una pasión desmedida que llega a provocar en múltiples ocasiones el miedo en los protagonistas de un partido o los propios espectadores. Y quizás, por eso todos rezan antes de comenzar un partido. Porque saben que su vida puede estar en riesgo en cualquier momento.
Y si no, que se lo pregunten a Jesé Rodríguez. El canario ha presenciado este fin de semana una pelea entre los ultras de su equipo, el Coritiba, y los del Cruzeiro. Y basta con ver las imágenes como para imaginarse lo que experimentó el futbolista canario, quien se encontraba en el banquillo en ese momento y pudo meterse pronto en el vestuario.
Tras lo acontecido en la playa de Copacabana con hinchas radicales de Fluminense atacando a aficionados de Boca, este nuevo episodio violento ha vuelto a manchar el fútbol brasileño. Y, además del futbolista español, dicho 'espectáculo' también fue presenciado por Ronaldo Nazario, presidente de la entidad de Belo Horizonte, si bien este lo vivió algo más resguardado, desde el palco.
El Cruzeiro llegaba al partido por encima del descenso y no podía fallar ante Coritiba, prácticamente con un pie y medio en la Série B. Y tras ponerse por detrás en el marcador, los ultras del Cruzeiro aprovecharon para hacer lo que ya venían avisando durante toda la semana con amenazas a toda la plantilla: “Si perdemos, va a ser una locura”, “si no tienes calidad, ve a por todas” y “si vuelves con un empate, va a ser un infierno”.
Incluso usaron las redes sociales para amenazar con ir a por sus familiares: “Ahora la exigencia será en persona. No existe la protesta fuera del TC [centro de entrenamiento], vamos a exigirla en la puerta de vuestras casas, cuando vuestros hijos salgan para la escuela, en los paseos por los centros comerciales o en los restaurantes, a cada persona que no honre los colores del Cruzeiro Esporte Clube en el campo”.
Y con el 1-0 anotado por Robson en el 91', se desató un infierno en el que se sumaron los hinchas radicales del conjunto local, quienes también saltaron la valla para originar una batalla campal con palos incluidos. El altercado finalizó cuando la policía salió al césped.
Después de media hora, el partido pudo reanudarse y finalizarse. A Cruzeiro le quedan seis encuentros por jugar y todavía tiene opciones de alcanzar la salvación, pero Ronaldo ha tomado su primera decisión para intentar calmar las aguas. El presidente del Real Valladolid ha destituido al técnico Zé Ricardo.