El Wolverhampton atraviesa días difíciles. A pesar de que hace unos meses el estadio Molineux estalló de alegría al lograr la permanencia en la Premier League, el club está sumido en una profunda crisis que afecta directamente a su entrenador y principal responsable del milagro de la temporada pasada, Julen Lopetegui. Al día siguiente de ese logro frente al Aston Villa, el club anunció que, debido a las restricciones del Fair Play Financiero, debían dar un giro completo a su proyecto. Las estrellas fueron invitadas a marcharse y los fichajes se redujeron al mínimo.
Van poco más de 15 días de mercado y Lopetegui ya ha visto irse a cómo jugadores como Moutinho, Diego Costa, Adama Traoré y Collins. Además, otros como Podence o Raúl Jiménez podrían abandonar también el club. Varios de ellos, incluso titulares, no han renovado sus contratos o han sido vendidos por una cantidad no muy alta.
Por otro lado, en cuanto a las incorporaciones, el panorama es igualmente desalentador. Los Wolves no tienen la capacidad financiera para traer jugadores destacados de la Premier League y se ven obligados a buscar opciones en las categorías inferiores del fútbol inglés, aunque también enfrentan dificultades en ese aspecto. Hasta ahora, sólo han fichado a Boubacar Traoré, un mediocentro de 21 años procedente del Metz, por 11 millones de euros.
El año pasado ya fue extremadamente complicado lograr la salvación. Lopetegui se hizo cargo de un equipo que ocupaba el último puesto en la clasificación y estaba en una situación adversa y difícil de revertir. Gracias a su fortaleza como local, lograron los resultados necesarios para mantenerse en la máxima categoría del fútbol inglés. Los ajustes realizados durante el mercado de invierno, todos ellos con la aprobación de Lopetegui, resultaron fundamentales: Joao Gomes, Lemina, Dawson o Pablo Sarabia.
El técnico vasco fortaleció la parcela defensiva y encajó pocos goles en Molineux, aprovechando al máximo los que conseguían. De hecho, lograron la salvación con cierto margen de tiempo. Con este panorama, las perspectivas de repetir aquel logro son cada vez más escasas.
"Espero que solucionemos este tema (fair play financiero) porque es muy difícil competir en la Premier League sin inversión", decía Lopetegui en la previa de la jornada 37 del pasado campeonato, aunque la cosa no ha mejorado. Mientras otros clubes de la Premier League exhiben su poder económico en el mercado, los Wolves de Lopetegui se ven reducidos a la estructura de un equipo despojado de sus figuras principales.