El Julen Lopetegui que se marchó de Sevilla, serio, reservado y parco en palabras, poco o nada tiene que ver con el entrenador vasco que fue presentado a la afición del Wolverhampton. Entre gritos de “¡Julen, Julen!, el exsevillista dio la vuelta al Molineux Stadium sin parar de aplaudir a la afición de los ‘lobos’, con constantes saludos, gestos de fuerza y victoria. Fue una entrada calurosa al estadio que será su casa a partir de ahora, y donde se le presenta un importante reto: sacar a los Wolves del descenso.
Con banderas del equipo ondeando, y con banderas de España entre el público, a Lopetegui no se le borró la sonrisa de la cara, mientras repetía gestos de agradecimiento, llevándose el puño al corazón. Durante la ‘vuelta al ruedo’ la grada no paró de corear su nombre: “¡Julen, Julen!”, a los que el entrenador respondía son una permanente sonrisa, algo poco habitual en su carácter.
Lopetegui tiene una misión complicada en la Premier, ya que los Wolves van últimos con 10 puntos. Afrontan el parón del Mundial de Qatar 2022 como farolillo rojo, pero a su vez con la esperanza de comenzar a reconducir la situación en las semanas de paréntesis. Reanudarán la competición, nada más y nada menos, que frente al Arsenal de Mikel Arteta.
Hasta la fecha, los ‘lobos’ son el equipo que menos goles ha marcado en la Premier, solo 8, y dos de ellos de penalti, promediando apenas 0,5 tantos por encuentro. Por tanto, una de las primeras cosas que tendrá que hacer Lopetegui es salir a la caza y captura del gol, ya que el Wolverhampton es también de los equipos que menos ocasiones genera.
El principal problema con el que se encontrará en Inglaterra, quizá le suene de Sevilla: la falta de gol. Aunque por posesión los Wolves son el décimo equipo de la Premier, con más de un 50 por ciento, le falta una referencia ofensiva. Lopetegui, a priori, carece de un ‘killer’. Solo cuatro jugadores han logrado ver portería: Rúben Neves, Daniel Podence, Gonçalo Guedes y Adama Traoré.
Precisamente, sabedor de esas carencias, Lopetegui llegó a Inglaterra con una lista de jugadores que vendrían muy bien para reforzar la plantilla y salir del pozo. Dos de ellos son dos viejos anhelos del técnico desde que estuvo en Sevilla, pero de los que no pudo convencer a Monchi. Se trata de Nacho Fernández y Mariano Díaz.