Amat, el ex del Betis que se está dejando el sueldo por la población de Indonesia

El ex jugador del Espanyol, Rayo y Betis ha confesado cuáles son sus nuevas funciones como príncipe en tierras indonesias, unas tareas que nada tienen que ver con la de ese mismo cargo en España

Amat, el ex del Betis que se está dejando el sueldo por la población de Indonesia
Amat celebra un gol con el Johor Darul Ta'zim en Indonesia. - R.S.
Alberto GálvezAlberto Gálvez 3 min lectura

Desde que su abuela le decía cuando era pequeño que algún día "sería el príncipe heredero" hasta ahora, que ya ejerce como tal, han pasado casi treinta años en la vida de Jordi Amat. De creerse que sería un cuento 'chino' a hacerse realidad. Y ahora que ostenta dicho título, el ex jugador del Betis, Espanyol y Rayo, entre otros, ha repasado cómo vive y compagina su actual cargo con el fútbol.

"Este título no está al nivel de los que nosotros conocemos como príncipe y no es comparable con el de los reyes de España", ha subrayado el central del Johor Darul Ta'zim.

El de Canet de Mar, que se tuvo que nacionalizar indonesio para ello y se ha convertido en jugador de la selección del país, es uno de los setenta rajás de Indonesia, el mayor archipiélago del mundo, con 17.508 islas y más de 250 millones de habitantes. Y su tatarabuelo también fue rajá de Siau.

Y aunque cuando se produjo su nombramiento pensaba que no le iba a "cambiar mucho la vida", lo cierto es que, tal y como ha confesado en el programa 'Tot se mou' de TV3, su rutina diaria sí que lo ha hecho. Vive por y para Indonesia y, luego, juega al fútbol: "Ahora mismo mi misión es trabajar por el pueblo y hacer alguna aportación económica porque hay que hacer muchas cosas en la isla".

Anteriormente, con España, jugó hasta 16 partidos con la sub 21 a las órdenes de Luis Milla en un equipo plagado de estrellas como Carvajal, Sarabia, Suso, Paco Alcácer, Saúl Níguez, Morata o Muniain. Incluso llegó a ser capitán en algún partido, pero las órdenes de su abuela, finalmente, pesaron más y fue tentado por la Federación de Indonesia para que jugara con su selección debido al parentesco directo que tenía.

Quien fuera uno de los centrales del proyecto que lideró Quique Setién en la 2017-18 en el Real Betis ha visto cómo su vida ha dado un giro de 180 grados. Compaginar entrenamientos y partidos con actos protocolarios y serviciales para el pueblo indonesio no debe ser nada sencillo. Pero, a sus 30 años, el zaguero todavía se encuentra con fuerzas para seguir dando guerra en los terrenos de juego y, por qué no, de seguir sumando internacionalidades a su palmarés futbolístico para, el día de mañana, poder contárselo él a sus nietos también.