El fútbol femenino sigue creciendo para ser cada vez más semejante al masculino. En esa línea de mejorar la calidad del espectáculo es imprescindible que se haga a nivel interno, es decir desde las personas que lo forman. Especialmente hay un estamento que en los últimos días ha recibido muchas críticas, este es el arbitral. El pasado fin de semana se jugaba el clásico femenino donde el Real Madrid necesitaba ganar si quería no decir adiós a la carrera por el título. Y así lo hizo, las de Alberto Toril consiguieron un importante 1-3, logrando así la primera victoria contra el conjunto culé desde que se creara la sección femenina del club merengue. De esta forma las blancas se colocan a solo cuatro puntos del Barça de Alexia Putellas. Sin embargo la polémica marcó el desarrollo del encuentro por un gol anulado al conjunto catalán.
Cuando el choque se encontraba empatado, en el minuto 80, tras el gol inicial del Real Madrid y la igualada culé, Jana Fernández anotó otro que suponía la remontada de las locales. Pero la alegría apenas duró ya que el gol no subió al marcador por fuera de juego de la futbolista española. Un fuera de juego totalmente inexistente ya que ni ella ni ninguna de sus compañeras habían estado adelantadas a la línea defensiva del Real Madrid. Este suceso ha generado mucha controversia y, aunque ya estaban planeadas, ha dado un tono diferente a las reuniones que se han llevado a cabo esta semana.
Las reuniones han estado dirigidas por el presidente de la RFEF, Rafael Louzán, con la mejora del sistema arbitral español como principal enfoque de las mismas. Se trataba de reuniones orientadas a todo el fútbol, pero las representantes del fútbol femenino han sido las primeras en llevarla a cabo. La idea es llevar poco a poco la tecnología al arbitraje de la Liga F. Todavía no se ha contemplado la posibilidad de instalar el VAR porque supondría un desembolso demasiado grande para la federación, pero sí algo semejante, el Footbal Video Support (FVS). Se trata de un sistema que ya se ha utilizado en la FIFA en categorías inferiores como el Mundial sub17.
Con este avance no se necesitaría la instalación de una sala VOR, ni aumentar el número de colegiados, sería la árbitra principal la encargada de acudir a la pantalla siempre que dude de una jugada. También sirve para tirar el fuera de juego semiautomático, y serían los entrenadores los que pidan las revisiones, que pueden ser hasta dos por encuentro. El acuerdo actual ha llegado a la conclusión de solicitar a la FIFA el asesoramiento necesario para ponerlo en práctica de cara a la siguiente temporada para acabar llegando a la implantación del sistema VAR.