Las Palmas tocaba fondo en la crisis iniciada hace dos meses y, tras caer este sábado en Granada (2-1), salía de los puestos de ascenso directo a Primera división y veía complicarse un objetivo que rozaban con los dedos cuando acabó el mercado invernal.
Entonces llegaron el bético Loren Morón y ex del equipo verdiblanco Kaptoum, pero el equipo lejos de mejorar, ha encadenado una serie de malos resultados que le han llevado a la situación actual. De hecho, el delantero marbellí, que está cedido por el Betis, era de los que más palos recibía en las últimas semanas. Ante el Granada fue otra vez titular y, de nuevo, no marcó. De hecho, volvía a ser sustituido al descanso por Marc Cardona, con el que se alterna en el puesto de delantero centro. Lleva un tanto, de rebote, desde que aterrizó en Gran Canaria.
En todo este tiempo, uno de los pocos jugadores que se libran de las críticas y que ha mantenido su gran rendimiento ha sido el lanzaroteño, internacional con Guinea Ecuatorial, Saúl Coco. El futbolista, formado en las canteras de Las Palmas y Espanyol, ha despegado este año y, ante el Granada, lograba el primer gol de su carrera deportiva. Fue un tanto, nada más arrancar la segunda mitad, que sólo sirvió para que su equipo acortara distancias, pero no le valió para sacar nada positivo.
El central de Arrecife está siendo seguido por muchos clubes a raíz de su explosión en Segunda división. Vinculado al Real Betis, que incorporará al menos un central el próximo verano, se conocía que iba a tener una dura competencia, ya que aparte del cuadro bético, habían mostrado también interés el Atlético de Madrid, Osasuna, el Villarreal y el Espanyol.
A ellos se ha sumado un equipo que está peleando por el descenso, como es el Getafe, y un Sevilla FC que también va a hacer una revolución y que, aunque tiene más o menos apuntalada la defensa si hace efectiva la opción de compra que tiene por Loïc Badé, puede hacer muchos cambios en todas sus demarcaciones en función de las competiciones que juegue la próxima temporada.
Saúl Coco tendrá, a final de temporada, dos años más de contrato con Las Palmas, pero su futuro inmediato dependerá de si el equipo insular asciende a Primera división o no. De momento, marcha tercero en Segunda, a dos puntos del Granada, que ahora es segundo.