"La Bombonera... Me queda ahí pendiente por el afecto que le tengo a Boca Juniors". Lo dijo Sergio Ramos cuando era futbolista del PSG (2021-2023) a la hora de responder un cuestionario en los medios del club parisino acerca del estadio en el que deseaba jugar algún día, como local, se entiende. Y esa reflexión podría volverse realidad si los rumores que circulan este fin de semana por las redes sociales cobran fuerza. Según los mismos, la entidad 'xeneize', poco preocupada al parecer por la media de edad de su plantilla, no se conforma con la incorporación del veterano delantero uruguayo Edinson Cavani (36), que ha firmado hasta el 31 de diciembre de 2024, sino que, ahora, anda tras los pasos del camero (37).
En Argentina, la supuesta información ha corrido como la pólvora y desatado la euforia de los hinchas auriazules. Un alta, la del zaguero, mucho más verosímil que la de su otrora compañero Hazard. Desde Boca filtran que han existido contactos, pero que se trata de una operación muy costosa por el caché de Ramos, aparte de que él sólo quiere firmar seis meses, porque maneja una propuesta muy interesante de la Major League Soccer estadounidense a partir de enero del año que viene. También en Brasil y en Arabia Saudí pujan (un par de los cuatro clubes 'vitaminados' con una pila de millones de petrodólares por el Fondo de Inversión Público, se entiende) por el ex madridista, que se ejercita en solitario desde principios de julio a la espera de decidir su futuro.
No es ningún secreto que Sergio desearía retirarse en el Sevilla FC y restañar de una vez las heridas que dejó su marcha en 2005, no suficientemente explicada según su opinión por culpa de José María del Nido Benavente, así como sus regresos con la camiseta merengue, con insultos hacia su persona y su familia desde un sector de la grada del Ramón Sánchez-Pizjuán y algunos gestos (entendibles) de respuesta cuando le tocó marcar o celebrar tantos ajenos. Ramos ha dejado evidencias sobradas de su sevillismo y ha tendido puentes hacia la directiva actual, con José Castro a la cabeza, comunicando que haría un esfuerzo importante para que su sueldo no fuera un escollo.
De cualquier forma, nunca se ha avanzado realmente en este sentido, tanto por encaje deportivo como económico. En la tesitura actual, con el abogado hispalense presionando en los tribunales para volver a la presidencia nervionense, los rectores blanquirrojos entienden que no es el momento de abrir ese melón y crispar tanto a parte de la afición como a la oposición institucional. Una mala noticia para el aljarafeño, que tampoco puede esperar eternamente por la propia ley de vida de los deportistas de elite y que, mientras tanto, busca un destino apetecible.