Alberto Gálvez3 min lecturaEl Espanyol vivirá una semana más en los puestos de descenso y el tiempo se va agotando. Ni hubo 'efecto Luis García' ni parece que los blanquiazules podrán salvarse de manera holgada esta temporada. Tras la derrota ante el Athletic en el RCDE Stadium (1-2), ya son cinco las jornadas que llevan sin sumar y, a falta de diez para el final, la permanencia 'perica' comienza a peligrar.
Al menos, su capitán, Sergi Darder, ha salido a dar la cara y a pedir paciencia tras este nuevo varapalo, la que precisamente no tuvo la directiva con Diego Martínez, ya que lo destituyó cuando ni siquiera el equipo había entrado en la zona de descenso: “Debemos ser autocríticos, no nos podemos engañar, aunque he visto cosas positivas del equipo. Vivimos una situación dura, pero debemos ser optimistas de cara al tramo final".
En sus declaraciones a Gol TV, el jugador blanquiazul destacó que la salvación “debe pasar por casa, donde no se pueden escapar más puntos”. En cuanto al cambio de entrandor, el mallorquín confesó que se ha producido un cambio de estilo, pero que este "es grande” y recordó que todo “lleva un proceso”: "Llevamos solo tres entrenamientos, es pronto".
Por último, Darder ha cuestionado la labor arbitral y ha resaltado que las decisiones últimamente van en su contra. Así y en cuanto al gol anulado a Braithwaite al final de la primera parte, ha sentenciado: “Todas las decisiones caen del otro lado, pero debemos controlar lo que nosotros podemos. Joselu la toca con la cabeza y después con la mano. Si otro mete el gol no es (mano), son las normas que nos dan antes”.
Además de romper con el refrán de "a entrenador nuevo, victoria segura", la derrota contra el Athletic ha supuesto el fin de unas estadísticas que eran muy favorables para el Espanyol cada vez que recibía en su feudo al conjunto vasco. Concretamente, no sacaba los tres puntos de tierras 'pericas' desde hace 25 años. Desde que en enero de 1998 un gol de Julen Guerrero le diera el triunfo al equipo entrenado por Luis Fernández, el cuadro bilbaíno no ganaba al cuadro catalán como visitante. En ese momento, José Antonio Camacho era el entrenador de los blanquiazules, si bien el equipo acabó en séptima posición en la tabla y disputando la extinta Intertoto.