La sanción del bético Canales ha sido considerada por la inmensa mayoría de los profesionales de LaLiga como injusta y desproporcionada. Y podría acabar con las declaraciones de los jugadores al finalizar los partidos. O al menos, a que estos se tomen un respiro algo más prolongado antes de contestar ante los micrófonos.
Hoy, tras finalizar el partido disputado entre el Girona y el Espanyol (2-1), el blanquiazul Sergi Darder compareció ante DAZN y cuando fue cuestionado por el arbitraje del madrileño Ortiz Arias se acordó del jugador verdiblanco y se mordió la lengua. "¿Entiendes que hoy se hable más del arbitraje que del partido?" le preguntó el comentarista, a lo que el mediapunta del conjunto catalán contestó: "Si me preguntas es porque lo sabes. Ya se ha sancionado a un jugador 4 partidos por hablar de esto. Al final si hablo me van a sancionar y si digo algo, me caerán más de 4 partidos".
Y es que la victoria del Girona llegó desde los once metros, en un penalti transformado por Stuani (88'), y después de que el conjunto 'perico' se quedara con un jugador menos por expulsión de Sergi Gómez (83'). Anteriormente había expulsado al local Reinier (71'), pero este se encontraba en el banquillo. Sin duda y pese a que el conjunto blanquiazul no cuajó en Montilivi su mejor partido, la expulsión de Sergi Gómez condicionó el partido cuando más cómodos se encontraban en el césped.
El entrenador del Espanyol, Diego Martínez, aseguró tras caer ante el Girona (2-1) que "cuando hay turbulencias no es momento de tirarse del avión, sino de permanecer unidos", y subrayó que ahora "la cuestión es resistir y levantarse".
El técnico blanquiazul admitió que "el estado anímico del vestuario es jodido porque tenía muchas ilusiones puestas en este partido" y lamentó que "el nivel de confianza del equipo es muy bajo", pero insistió en que está convencido de que el Espanyol va a conseguir la permanencia.
En cuanto al partido disputado en Montilivi, el preparador gallego destacó que su equipo se supo "reenganchar después del golazo de Arnau" y estuvo vivo "hasta el final", al tiempo que argumentó que los detalles de "interpretación" del colegiado no cayeron de su lado: "Eso es una realidad".
Por último, afirmó que en el descanso el partido estaba "donde quería" el Espanyol y que cuando mejor estaba el equipo, con el 1-1, llegó la jugada de la expulsión de Sergi Gómez en el minuto 83: "Desde ahí todos los detalles fueron en contra".