"Las entradas se han agotado. Se podría haber llenado otro Francisco de la Hera. Disculpadnos los que se hayan quedado sin ninguna, pero lo hemos hecho lo mejor posible. Seguramente, se podría haber hecho algo mejor, pero llegamos hasta donde podemos". Con este mensaje en sus redes sociales, el CD Hernán Cortés informaba este jueves a las 18:21 minutos, apenas una hora después de que se pusiera a le venta la última remesa de localidades para el partido de la primera eliminatoria de la Copa del Rey ante el Real Betis (fijado para las 20:30 horas del próximo miércoles 1 de noviembre), de que se colgaba el cartel de 'no hay billetes'. A no ser que alguna de las 2.946 cedidas al club verdiblanco para sus aficionados y compromisos sea devuelta, que no tiene pinta, habrá lleno en el feudo almendralejense, con un aforo oficial para 11.580 espectadores.
Sin embargo, todavía hay una última bala para los que quieran asistir en directo a la ronda a partido único del torneo del K.O. Y es que el hotel anexo al estadio (Acosta Centro) ofrece sus 24 habitaciones con vistas al terreno de juego en un curioso y atractivo paquete, al que pueden acceder grupos de hasta cuatro personas: 100 euros (con 12 tercios de cerveza de regalo) o 120 euros (con botellón). "No sería para pernoctar, sino sólo durante el encuentro", aclara a ESTADIO Deportivo el director del establecimiento, José Manuel Acosta, al que se le ocurrió repetir una práctica que ya ideó "cuando el Extremadura estaba en Segunda y venía a jugar el Cádiz CF" o, más recientemente, durante la pandemia, "cuando no se podía acceder a los campos" y tenían, por tanto, una situación privilegiada; "incluso, se utilizó en ciertas ocasiones la terraza, que también da hacia allá". El ingenio de este empresario está dando sus frutos, pero, al cierre de esta edición, sólo quedaba disponible el 20% de la oferta que cumple con los requisitos.
No habrá problemas logísticos ni de seguridad por el hecho de que la propia expedición del Real Betis haya elegido este establecimiento para dormir el martes 31 de octubre (con reserva igualmente de la ciudad deportiva de Almendralejo para ejercitarse ese mismo día al llegar de Sevilla), pues la hora del 'check-out' precede a la fijada para que las 96 personas como máximo que alquilarán las citadas habitaciones pueden acceder al hotel, aparte de que se hará por puertas diferentes. En cualquier caso, se espera una auténtica fiesta en la capital de la Tierra de Barros, hasta el punto de que las peñas verdiblancas y azulgranas han organizado una 'fan zone' en la Plaza de Extremadura de la localidad, muy cerca del estadio, desde la una de la tarde, con música y ambigú con precios populares, por lo que la animación por las calles de la ciudad se hará notar desde varias horas antes.
Por otra parte, en Quintanar de La Orden van más retrasados, prácticamente a contrarreloj, hasta el punto de que no será hasta este sábado (jugaron partido de Liga el viernes por la noche contra La Roda) cuando comiencen a venderse las entradas, todas al precio de 40 euros (las del Hernán Cortés-Betis oscilaban entre los 20 y los 40), incluso las alrededor de 300 cedidas al Sevilla FC. El margen de maniobra es mucho más justo, ya que, encima, el duelo se disputa también el Día de Todos los Santos, pero a las 15:30 horas. De 09:00 a 21:00, los socios del club toledano tendrán preferencia para adquirir un máximo de cuatro localidades, ofreciéndose las restantes desde el domingo hasta el martes al resto de interesados, con las mismas limitaciones de cupo e idéntico coste. En total, habrá un máximo de 5.400 espectadores en el Estadio Alfonso Viller García, pese a que la grada principal se ha visto reducida a 700 personas por exigencias de la RFEF.
Los directivos del Quintanar, que priorizaron mantener la eliminatoria a partido único en su feudo habitual, han tenido que acometer una ligera remodelación de sus instalaciones para pasar el corte, empezando por habilitar una tribuna para los medios de comunicación, doblar la potencia de sus focos (hasta 500 lúmenes) por imperativo televisivo, medidas extra de seguridad, una sala de prensa mayor y un vestuario adicional para la expedición nervionense. El antiguo Los Molinos tendrá que prescindir de hinchas que vean el partido de pie, lo que se compensará con unas gradas supletorias que supondrán un incremento de 4.700 personas, todas sentadas, lo que redondea las 5.400 finales.