Una máquina de hacer goles llamada Pablo García y el panorama de su futuro

Le da igual en la derecha (suele percutir desde ese perfil, a pie cambiado) que como 'falso 9' o en la izquierda, donde le colocó Manuel Pellegrini en la segunda mitad del primer amistoso del Real Betis en la presente pretemporada ante el Austria Salzburgo, con el que se pone fin al 'stage' en Seefeld in Tirol. Es una máquina de hacer goles Pablo García, de largo el juvenil más goleador de España a sus 17 años, pese a lo cual sigue condenado al ostracismo por los responsables de la selección española en categorías inferiores. Tres encuentros con la sub 16, un par de entrenamientos con la sub 17... y la nada. Y eso que, con 45 goles en 43 encuentros oficiales, ni siquiera hay quien le haya hecho sombra. Y siendo, encima, extremo, casi nunca delantero de referencia. Eléctrico, desequilibrante y agresivo (en el mejor sentido de la palabra), el de Alcosa suma y sigue. Dos tantos para acompañar a Marcos Fernández (otro doblete) y Romain Perraud en el 1-5 de la plantilla matriz en el Max-Aicher Stadion.

Aprovechando el regalo del meta local Kalman a su tocayo Fornals para definir por bajo de zurda en el mano a mano y, luego, llegando desde atrás para apuntillar la dejada de Aitor Ruibal a bocajarro con su pierna mala (menos buena, vamos), Pablo García lleva 26 dianas en este año 2024, que abrió el pasado 7 de enero en el 3-0 al Sanluqueño y cerró, con el juvenil A, el 23 de mayo en las 'semis' de la Copa de Campeones firmando el empate ante el Sevilla FC, que cayó finalmente por 1-3 en la prórroga. En total, fueron, como se ha dicho, 45 dianas en la 23/24, doblando los 23 en 40 de la 22/23. No será hasta el mes que viene, el día de la Asunción y, en clave hispalense, de la Virgen de los Reyes, cuando el zurdo cumpla la mayoría de edad. Le tocaría seguir en División de Honor, aunque su gran momento y la experiencia con el Betis Deportivo (cuatro encuentros el curso pasado) invitan a pensar en que pueda tener sitio con Arzu en Primera RFEF.

Todo se andará. Como su renovación. Porque el atacante termina contrato el 30 de junio de 2025. Y, lógicamente, tiene pendientes a muchos clubes importantes del país. Una situación que no preocupa ni a sus asesores, de la agencia Promoesport Andalucía, ni al Real Betis. Si así fuera, no le habría dado visibilidad y repercusión con los grandes. Y Pellegrini, que está muy contento con él, medita llevárselo a la gira por Estados Unidos, cuando seguirá teniendo ausencias en la parte de arriba. Con 17 primaveras, los que le rodean transmiten calma a Pablo García para que se centre en lo que le gusta y mejor sabe hacer: jugar al fútbol. Las conversaciones para su continuidad en Heliópolis, iniciadas hace semanas e interrumpidas por la propia inercia de la pretemporada, se retomarán próximamente. Al de Alcosa le transmiten la verdad: no tiene de qué preocuparse, porque lo está haciendo bien, se lo están reconociendo y se lo reconocerán.