La salida de Diego Lainez del Real Betis continúa deparando capítulos en lo que ya se ha convertido en un auténtico 'culebrón'. Y eso que en la madrugada del jueves al viernes se recortaron los últimos flecos de una operación que, dependiendo de a quién se pregunte, será un traspaso o una cesión con obligación de compra, aunque, para el caso, es más o menos igual, pues esta fórmula computa salarialmente en LaLiga como si la venta se produjese en enero y no en diferido. Los heliopolitanos se aseguran un fijo de 4,5 millones de euros por el atacante, con otro montante (2,5) pendiente de su rendimiento, conservando el 20% del 85% de su pase que controlaba, mientras que América tiene un 15% que, a efectos prácticos, sólo podrá exhibir cuando se produzca una compraventa con plusvalía. No es el caso, ya que, a lo sumo, los verdiblancos recuperarán la mitad de lo invertido para reclutarle hace cuatro años.
Según un periodista de Univisión, el zurdo habría superado ya parte del reconocimiento médico en la capital hispalense y tiene previsto viajar a lo largo del fin de semana hacia el Aeropuerto Internacional de Monterrey, capital de Nuevo León, para desplazarse hasta la ciudad de San Nicolás de los Garza, sede de la institución universitaria. Lo hará ya con un precontrato bajo el brazo, a falta de los trámites finales que le convertirán en nuevo jugador de los Tigres de la UANL hasta el 30 de diciembre de 2027, considerando el primer semestre a préstamo. Allí, cobrará en torno al millón de dólares, más bonus, la mitad de lo pretendido, materializando la tercera incorporación en esta ventana de transferencias de los auriazules, que se han gastado 12,2 kilos en el mediocentro Fernando Gorriarán, procedente de Santos Laguna, y algo más de diez en el delantero ex de Pachuca Nico Ibáñez. Se habla hasta de una cláusula de regreso a Europa que obligaría a su nuevo dueño a aceptar una oferta a partir de cierta cantidad, carta que jugaron en su momento las Chivas.
Sin embargo, un problema de última hora ha estado a punto de fastidiar el trato o, como poco, posponerlo, con el 'deadline' a la vuelta de esquina (a las 23:59 horas del próximo miércoles 1 de febrero). Y es que el club mexicano, que se convertiría en la segunda plantilla más valiosa de la Liga MX de concretar el pase de Lainez, rescindió unilateralmente esta semana el contrato de otro extremo, el francés Florian Thauvin, que estaba ligado hasta 2026 con los 'Felinos'. El amigo de Guignac deslizó que denunciaría legalmente a sus anteriores 'jefes', presentándose el martes a los entrenamientos en compañía de un abogado y un notario que fedataran su situación de exclusión, aunque ha habido avances, hasta el punto de que ya no fue el miércoles, trascendiendo la entente para que el galo renuncie a una parte de lo que le restaba por cobrar a cambio de la carta de libertad.
El caso es que, aunque ocupan la misma posición en el terreno de juego, la llegada de Lainez no es la que fuerza el adiós de Thauvin, sino la de Ibáñez, puesto que, al ser argentino, necesitaba uno de los cupos extranjeros de Tigres, que ha optado por matar dos pájaros de un tiro y hacer hueco al de Villahermosa en la banda. Se salva, por ende, el último escollo para el desembarco de Diego, a quien esperan a lo largo del fin de semana, el lunes a lo sumo, en tierras aztecas para formalizar su documentación y poder anunciar oficialmente un trato que ayudará a que el Betis pueda realizar un último movimiento invernal.