El regreso de Diego Lainez a la Liga MX está cada vez más cerca. Aunque allí hay de plazo hasta el miércoles 1 de febrero, una jornada más que en España y las principales Ligas europeas, el Real Betis ha instado a sus agentes a dejar resuelto todo esta misma semana, ya que esta operación, como las salidas de Loren Morón, Martín Montoya y Víctor Camarasa, resultan cruciales para que exista en esta ventana invernal suficiente margen salarial para seguir optando a la contratación de Ayoze Pérez, que esperaba a los verdiblancos hasta este jueves, pese a las informaciones que dieron por hecho el miércoles que se iba sí o sí ya al Villarreal, entre otras cosas porque los castellonenses tampoco han logrado desprenderse de Jackson, otra 'conditio sine qua non' para que las cuadrase la llegada del canario.
De entre todas las alternativas que manejaba, la vía de Tigres era la más interesante para el club heliopolitano, ya que los de Nuevo León aceptaban pagar siete millones de euros por el zurdo, precisamente la opción de compra recogida en la cesión al Sporting de Braga que se ha interrumpido a la mitad por mutuo acuerdo. El problema era la fórmula, ya que los auriazules querían la misma que los portugueses, mientras que en la planta noble del Benito Villamarín, contando cada euro en estos momentos, exigían un traspaso. Entonces, el club universitario propuso unos cómodos plazos, dejando parte del montante en variables por rendimiento, una idea que no convencía en la capital hispalense, donde Lainez, que se entrenaba por su cuenta a la espera de la resolución de las negociaciones, insistía en esperar una propuesta que le permitiera seguir en LaLiga o, en su defecto, en el Viejo Continente.
Como quiera que no ha llegado nada reseñable, ni lucrativa ni deportivamente hablando, los asesores del atacante y el propio futbolista aceptaron el regreso a México, con Tigres siempre al frente. El Betis autorizó a los de la UANL a negociar directamente con el extremo, desvelándose en tierras norteamericanas que han conseguido que el deportista rebaje sus pretensiones, cifradas en dos millones de dólares anuales, lo que echó para atrás a su ex equipo, América, con unas duras acusaciones por parte de su director de fútbol, Santiago Baños, al respecto. Finalmente, todo indica que Lainez ha aceptado un contrato por cuatro años, a razón de un kilo con pluses, mientras que su desembarco sería mediante un préstamo con obligación de compra por siete. Diego se habría despedido ya de sus compañeros en Los Bermejales y estaría viajando hacia su tierra antes del fin de semana.
Igual que sí computa en negativo para el tope salarial (por eso se camufló de opción que se convertía en exigencia bajo ciertos parámetros con Willian José), esta fórmula le servirá al Betis para aumentar su colchón en esta misma ventana si toda la documentación llega a tiempo. Restan otras rescisiones o salidas para que todo encaje, aunque, con todo, en Heliópolis están contentos con la deriva de unas gestiones que pondrán fin de momento a la aventura europea de Lainez, si bien el plan era conservar un 20% de los derechos del atacante, por lo que, como quiera que América tiene en su poder el 15% (no se lleva nada del trato, más allá de los derechos de formación, pues se estipuló que se embolsaría ese porcentaje de cualquier venta con plusvalía), Tigres adquiriría el 65%.