“Los Clásicos se dan siempre de esta manera; se definen por detalles y se tienen que jugar hasta el último minuto a morir. Esta vez, nos tocó a nosotros. Me parece que lo ganamos porque hicimos un gran partido. Prácticamente no sufrimos, creamos varias situaciones de gol, en otras nos quedamos cerca, aunque no las concretamos… Pero pienso que lo hicimos muy bien hoy. Nosotros jugamos siempre para ganar, donde sea y ante el equipo que sea. Ése es nuestro espíritu. River te pide siempre ganar cada partido que juegues, independientemente de la competencia, de los números en la tabla. Nosotros vamos por ese camino; queremos hacer lo mejor y darlo al máximo. La jugada del gol de ellos la vi un poco de lejos, porque no quise acercarme al monitor. Con esto de que están todos muy sensibles y luego te terminan amonestando, opté por no hacerlo. Pero pienso que tiene el brazo muy alto; la decisión estuvo bien”, indicaba Germán Pezzella tras el 0-1 ante Boca Juniors.
El de Bahía Blanca, sustituido en el once inicial por el aún zaguero del Sevilla FC Federico Gattoni, lo relevó al descanso y disputó la segunda mitad, mejorando las prestaciones defensivas del 'Millonario' y haciendo otro sobreesfuerzo, tras retirarse con molestias musculares la pasada jornada ante Atlético Tucumán y forzar en la Copa Libertadores frente a Colo Colo, donde, por cierto, anotó el primer tanto de un partido de ida que terminó en empate. Marcelo Gallardo ha querido dosificar al ex del Real Betis esta semana tan importante, pues el próximo miércoles toca sellar el pase a las semifinales de la máxima competición continental, aunque no podía renunciar a su talismán. Y es que, desde que convenció a Pezzella de la pertinencia de volver a lucir la franja en el pecho, el central no conoce la derrota con el equipo de sus amores: cuatro triunfos y cuatro empates en ocho partidos.
Además, con el campeón del Mundo River ha dejado cuatro veces la portería a cero y encajado cinco goles, por once a favor. El gran objetivo, lógicamente, es reeditar ese título de Libertadores que no pudo disfrutar Germán sobre el campo, ya que se marchó traspasado a La Palmera unos meses antes. Sin él, en Núñez celebraron otro entorchado de la máxima categoría continental, dos Copas Sudamericanas, dos Ligas argentinas, tres Copas nacionales, tres Supercopas y dos trofeos de Campeones, aunque el otrora capitán verdiblanco, bicampeón de América y campeón del Mundo con la Albiceleste, desea cerrar un círculo y volver a levantar ese balón dorado con asas y un futbolista como 'corona'.