Se dispara la tensión con Pablo García por la nueva medida del Betis

No cabe duda alguna que Pablo García se erige a sus 18 años en una de las grandes promesas de la cantera verdiblanca, en un referente de los escalafones inferiores en el que el club ha depositado una enorme confianza.

Sus números realizadores como juvenil hablan por sí solos y han servido para derribar la puerta en el Betis Deportivo y en las inferiores de España, con su convocatoria determinante con la Sub 19 por parte de Paco Gallardo. No en vano, batió todos los récord posibles en juveniles con 69 tantos en 82 partidos y Pellegrini se lo llevó en pretemporada para verlo directamente en acción.

Esta campaña dio el salto definitivo al filial, si bien lo ha compaginado con la Youth League, dejando muestras de su pegada con cuatro goles en 14 partidos, tres de ellos en la máxima competición europea de la categoría y uno con el Betis Deportivo, ante el Antequera.

Sin embargo, en las últimas semanas, su progresión ha sufrido un frenazo en seco debido a la decisión tomada por el club de dejarlo en la grada al haber rechazado el futbolista la última oferta de renovación puesta sobre la mesa en el Benito Villamarín. El de Alcosa termina el 30 de junio de 2025 y la situación ha derivado en el ostracismo de la incipiente estrella heliopolitana.

Ya se quedó fuera de la lista contra el Fuenlabrada y ahora ha vuelto a ocurrir en el partido de hoy del filial, pues Arzu no le ha incluido en la lista para el choque contra el Atlético Madrid B por orden expresa de la alta cúpula.

Esta ausencia ha propiciado una respuesta en redes por parte de su padre Ramón García, que ha hecho hincapié en que han vuelto a mandarle a la grada y le manda ánimos al jugador. "Otra vez a la grada. Mucho ánimo a mi Pablo, que le hace falta", apuntó el padre del extremo, que suele ser activo en redes sociales.

Una tesitura complicada sobre la que el Pablo García ha preferido no pronunciarse, contrariado por no poder disfrutar sobre el césped. Lo cierto es que en las últimas fechas no han avanzado las negociaciones pese a la disposición de su entorno de limar asperezas al entender que no son las formas más correctas de actuar para que haya un entendimiento. De momento, sigue sin ir convocado y la situación se ha enquistado.