Está viviendo al máximo la experiencia Rodri Sánchez en tierras qataríes, donde anda sobrado. El 'coequipier' de Marco Verratti se está saliendo con el Al-Arabi, al que ha relanzado definitivamente desde su llegada. No conoce la derrota con el de Talayuela en su alineación el conjunto de Doha, que empató los dos primeros encuentros y ha ganado los tres siguientes, los dos últimos dejando su portería a cero, lo que ha servido a los rojiblancos para ver, al fin, la luz en el torneo regular, la Qatar Stars League (venció por vez primera en la sexta entrega, firmando un 2-1 ante el Al-Rayyan) y posicionarse muy bien en su grupo, el A, de la QSL Cup, en cuya cabeza ya iguala a nueve puntos con su última víctima, el Al-Duhail (se clasifican los cuatro primeros para las eliminatorias por el título). En toda esta señora reacción a las órdenes de Anthony Hudson ha participado activamente el '10', autor de un gol y cinco asistencias en cinco partidos.
Y eso que su debut no pudo ser más decepcionante, ya que Rodri provocó pero falló en el alargue del primer tiempo un penalti contra el modesto Al-Khor, que terminaría igualando sobre la bocina. Fue el único duelo sin una acción determinante del extremeño, que apretó los dientes para sumar un pase decisivo en el 3-3 ante el Al-Ahli y otros dos contra el Al-Rayyan, ya con triunfo, mientras que en la Ooredoo Cup se sacó de la chistera las dos asistencias de los tantos del triunfo contra el Al-Shahania. Este viernes, llegaría, por fin, el momento de su estreno como anotador. Y no pudo elegir mejor momento, ya que un zurdazo suyo a la media hora de partido, tras rebotar en la pierna de Ibrahima Diallo, se envenenó hasta el segundo palo para colarse en la red, imposible para el meta Bautista Burke. Un cambio de rol que le ha sentado de perlas. Fue sustituido en el minuto 86 por Shadi Bouri.
Indiscutible desde su aterrizaje en Oriente Medio, tanto para el destituido Younes Ali como para el ex seleccionador estadounidense, que le ha otorgado plena libertad en la segunda línea, el ex del Real Betis está exprimiendo al máximo su primer curso (de los tres firmados) en Qatar. Vendido por 7,5 millones de euros, el zurdo es un futbolista diferencial que, al fin, goza de la continuidad demandaba y no conseguida a las órdenes de Manuel Pellegrini, aunque sea en una Liga emergente y no en el Viejo Continente.