La repercusión de Adrián San Miguel en el Betis

Siempre es importante tener en un vestuario a una figura veterana, con experiencia y si encima siente los colores como canterano ha sido en el pasado, mejor que mejor. Son esas figuras que trascienden más allá de lo que puedan aportar en el campo, son líderes día a día, en cada entrenamiento o en cada almuerzo en una concentración. En el Real Betis, esa figura la ha encarnado en los últimos años Joaquín Sánchez, toda una leyenda y un referente para cualquier canterano verdiblanco.

Pero con su retirada en el verano de 2022 el Betis quedó huérfano de ese líder, que no tiene por qué aparecer en todas las fotos, pero que siempre está en los momentos delicados, cuando hay que dar la cara tras una derrota y cuando hay que guiar a un canterano que acaba de llegar al primer equipo. No es el que el Betis de la pasada temporada quedará sin referentes, pues hombres como Claudio Bravo, Germán Pezzella o Andrés Guardado, por sólo mencionar algunos nombres, han ejercido a la perfección como capitanes.

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Pero con la llegada de Adrián San Miguel se vuelve a recuperar ese referente de la casa para la cantera, para alzar la voz cuando sea necesario pues su longeva carrera en la Premier League así le respalda. Y a las pruebas nos remitimos, le ha bastado tan sólo una semana de vuelta en el Betis para ser uno de los más queridos por la afición y de los más protagonistas en las redes sociales del club verdiblanco.

Y no sólo para las risas, que son importantes en el día a día, sino también para transmitir los valores del beticismo y no olvidar la historia del club, de ahí que Adrián San Miguel siempre lleve consigo unas espinilleras muy especiales, tal y como contó hace tan sólo unos días en un vídeo en las redes sociales del Betis. "Tienen a mi mujer, a mis abuelos, a mi padre, a mi hermano... las iniciales de Miki Roqué, MR26 eterno", contaba el portero de Su Eminencia, que son las mismas con las que debutó en el Betis en 2012.

También confesó el motivo de llevar siempre una toalla amarilla. "Desde que debuté el color amarillo y el 13 me ha ido persiguiendo en mi carrera deportiva, o yo lo he ido persiguiendo. Fue un regalo de la familia, de mi suegro. Tiene la frase 'como balas de cañón' o 'es tiempo de volver a casa'. Esta frase estaba grabada en mi interior desde hace mucho tiempo, pero ahora sí que es verdad que hemos vuelto. Una foto de la Virgen de los Dolores, como ya sabéis estoy muy volcado con la hermandad del Cerro del Águila, una foto de mis tres hijos y mi mujer. Mi nombre y Real Betis Balompié", detallaba además de explicar también cómo surgió su amistad con Héctor Bellerín.