Se presumía de alto voltaje el Real Betis-Getafe CF de este miércoles, partido aplazado en la tercera jornada por su coincidencia con la vuelta del 'play off' de la Conference League. De un lado, los verdiblancos buscaban su segunda victoria consecutiva para acercarse a los puestos europeos, mientras que los azulones necesitaban ya un triunfo, después de perder el sábado pasado en el Ramón Sánchez-Pizjuán y de sólo conocer empates previamente. El ritmo, por ende, fue intenso desde el pitido inicial, hasta el punto de que se revisó en la sala VOR una posible roja directa al delantero visitante Bertug Yildirim, derribado en una entrada por detrás junto a la línea de banda por Héctor Bellerín, que reaccionó levantando sospechosamente las piernas cuando estaba en el césped. La bota derecha del turco impactó en el lateral de la rodilla izquierda del catalán, que se dolió durante un buen rato.
Hasta el propio José Bordalás pidió la entrada de las asistencias, pensando que se trataba de una acción fortuita, aunque la altura del contacto era digna de estudio. Finalmente, tras unos minutos de visualización de las imágenes, Iglesias Villanueva no advertía intencionalidad en la patada del atacante cedido por el Rennes, que ya fue partícipe el sábado pasado de una acción polémica que tampoco le costó caro, pues su brazo abierto ante el Sevilla FC para parar un centro al área no fue considerado penalti. Bellerín, por cierto, vio una roja directa en una jugada muy similar durante una visita a la UD Almería, aunque entonces el plantillazo del '2' fue a la tibia de Adrián Embarba, que debe considerarse una zona mucho más peligrosa que la rodilla. Eso sí, las rodilleras protegen en realidad más el hueso largo de la pierna que la articulación que les da nombre.
Todavía habría otra acción polémica justo antes del descanso, ya que Pablo Fornals se llevó el balón a trompicones por su perfil y, al dar el pase de la muerte dentro del área, fue interrumpido por Luis Milla, que llega tarde y golpea con su pie el del castellonense. También se revisó en el VAR sin que se considerase pena máxima, lo que motivó una gran bronca de ahí al intermedio para el juez principal de la contienda, el grancanario Pulido Santana. En el alargue del primer tiempo, el ex ceutí Chrisantus Uche pedía penalti al sentirse obstaculizado por Marc Roca en su disparo desde dentro del área local, aunque en las imágenes de televisión se ve cómo el improvisado delantero getafense se desequilibra solo, con Sergi Altimira tapándole y el otro miembro del doble pivote bético interviniendo lo justo para molestar, pero sin que fuera punible.
No acabarían ahí las intervenciones del videoarbitraje, ya que, antes del cuarto de hora de la reanudación, Iglesias Villanueva sí mandaba al juez principal a revisar el monitor tras las protestas de los atacantes locales por una posible mano de Luis Milla, que cortó el intento de cabezazo de Vitor Roque. Consideró Pulido Santana que, esta vez, la pena máxima era inevitable (aunque el audio desvelado luego demuestra que no fue, precisamente, una decisión a la ligera, sino que quiso ver varias repeticiones), señalándola para que Lo Celso engañara al hasta entonces inabordable David Soria. No vio nada en un posible pisotón dentro del área contraria a Arambarri en una acción similar a la de Luis Milla y Fornals, entendiendo, como en la otra, que el balón ya había salido de la bota del delantero y que el impacto fue fortuito.