Anoche leía cariacontecido a mi compañero Óscar Murillo sobre el adiós de Cordón al Betis (versión oficial, posibles causas y sustitutos, plazos…), al tiempo que, debo reconocer, se me venía a la cabeza esa habilidad innata de la entidad verdiblanca para darse un tiro en el pie cuando las cosas le van bien. Incluso en momentos como éste, en el que el club y sus rectores, poco o nada de culpa tienen, siendo una decisión exclusivamente personal por parte de Antonio Cordón como profesional.
A sus 59 años, Cordón desearía hacer efectiva la cláusula escapatoria de la que el director deportivo del Betis dispone en su contrato a la finalización del tercer año de vinculación por unos motivos que serían muy personales. Nada que ver con una enfermedad suya o de un ser querido y sí más relacionada con afrontar otros proyectos menos exigentes y más tranquilos.
En definitiva, una etapa que se acaba, aunque con matices. Ya que como han explicado desde el propio Betis, no se tratará de algo inmediato y sí de una transición paulatina en la que Cordón, incluso, podría llegar a encargarse de la planificación de la próxima temporada, amén de acabar de cerrar las operaciones o renovaciones que el club tiene ya entre manos. En cualquier caso, eso sí, una transición. Un cambio. Y como todo cambio, el adiós de Cordón requerirá un sustituto.
¡Ojo con el sustituto de Cordón! La experiencia en el propio Betis ha confirmado que hay que hilar muy fino y acertar desde el principio con el futuro director deportivo del conjunto verdiblanco. Ejemplos hay en ambos sentidos. Desde el propio Cordón, quien con su buen hacer ha demostrado lo importante de acertar en el cargo, hasta otras experiencias menos afortunadas.
Varias son las opciones que se le presentan ahora al Betis, que ya habrá aprendido de los errores del pasado e, imagino, tendrá claro que es necesario encontrar una nueva cabeza visible. Se habla de Ramón Planes (ahora en el Getafe) y Antero Henrique (relacionado con el PSG) como figuras que gustan mucho en el Benito Villamarín, aunque tiempo al tiempo.
Que el Big Data, como ya quedó en evidencia tras la marcha de Lorenzo Serra Ferrer, no es una buena referencia en exclusiva, supongo que tampoco se le ocurrirá a nadie pensar en colocar a Catalán de nuevo al frente, como ya jugueteó en el pasado. Por muy buenas estructuras que haya formado (y deje) Cordón, lo ideal es colocar siempre al mando de la nave a alguien con experiencia. Y ojo con las estructuras, pues en el otro equipo de la ciudad se llevaron años presumiendo de ellas y nada más irse Monchi se acabó demostrando que tenían los pies de barro.
Y no digo yo que desconfíe de Alberto Benito (jefe de ‘scouting’) o de un José Ignacio Navarro que, posiblemente, se iría de la mano de Cordón cuando éste oficialice su marcha. Amén de un Álvaro Ladrón de Guevara que volvió al Villamarín para encargarse del fútbol internacional. De hecho, todos estarían sobradamente preparados, aunque algunos con mucha más experiencia como primeros espadas. Véase el caso de Benito, con experiencias en Cádiz y en Almería. En cualquier caso, cuidado con las estructuras, que en ocasiones las carga el diablo.
Descartado también, entiendo, estaría el confiar la misión en una insignia. En una figura del pasado como ocurrió con Serra Ferrer, cuya gestión estuvo marcada por luces y sombras, saliendo finalmente de una manera un tanto brusca.
Una tarea, la de encontrar un recambio para Cordón, que debe ser meditada y en la que habrá que hilar muy fino para tratar de repetir el acierto cosechado con el extremeño. Lo dicho: ¡Ojo con el nuevo director deportivo del Betis!