Son muchos los béticos que se lamentan este lunes en las redes sociales por la 'bomba' que ha saltado en su club, para muchos uno de los clásicos 'tiros en el pie' de una entidad que no puede tener no ya un año tranquilo, sino apenas un mes sin sobresaltos. Antonio Cordón, uno de los grandes artífices del despertar verdiblanco (dos clasificaciones consecutivas para la Europa League y un título de la Copa del Rey) a los mandos de Manuel Pellegrini, ha puesto su cargo de director general deportivo a disposición del consejo de administración que encabeza Ángel Haro, anunciando con bastante antelación que desea hacer uso de la cláusula liberatoria de su contrato al tercer año que le permite rescindirlo unilateralmente a falta de un ejercicio para su finalización. El extremeño ha querido, así, dar tiempo a la entidad de La Palmera para buscar un sustituto, porque no cabe marcha atrás en una decisión "firme y meditada", explica a ESTADIO Deportivo su entorno, que descarta razones de salud o discrepancias internas "más allá de alguna disparidad de criterios, como en todas las sociedades". El motivo principal es el cansancio, la sensación de haber cumplido un ciclo.
Ahora, se abre un periodo de reflexión necesario para que ambas partes definan sus planes de futuro. La comunicación oficial del ex jefe de la planificación de Villarreal o Mónaco llegó hace muy pocos días, a la vuelta de las mini vacaciones que se tomó justo tras el cierre de la ventana invernal de transferencias, que explicaba su ausencia en la presentación de Ayoze Pérez el pasado 6 de febrero. Cinco días antes, sí recibió al canario en Santa Justa, pese a que no ha sido ni mucho lo menos habitual desde su aterrizaje en 2020, y asistió por la noche al encuentro ante el Barcelona, pero ya no ha habido más comparecencias públicas ni un análisis del mercado a modo de resumen, como en años anteriores. Se entiende que limitará sus apariciones y mantendrá un perfil bajo hasta que la situación se digiera. Este lunes, por ejemplo, siguió con sus planes en Madrid impartiendo una conferencia a los futuros profesionales de su sector. Su idea, según insisten desde su círculo más próximo, no es aducir "motivos personales" para aceptar una gran oferta de un club más pudiente, aunque sí le han afectado estas limitaciones presupuestarias en el Betis: al no existir a día de hoy ese pretendiente, planea seguir con su mujer residiendo en el centro de Sevilla hasta que llegue un proyecto que le motive, porque desea descansar y liberarse del estrés y la presión de la elite.
En la planta noble del Benito Villamarín siguen estupefactos por la dimisión en diferido de Cordón. Lo único claro a estas alturas, informan a ESTADIO Deportivo, es que no habrá revoluciones en ese departamento, entre otras cosas porque están muy satisfechos con el organigrama diseñado por el extremeño, que tomó decisiones a lo mejor impopulares a su llegada, pero que ha conformado un equipo de trabajo muy bueno, con José Ignacio Navarro y Alberto Benito como hombres fuertes. Si Antonio no se marcha a ningún club, en principio no debería haber inconveniente para que sus 'brazos' derecho e izquierdo continúen o, incluso, colideren (o uno de ellos abandere) el siguiente proyecto, aunque tampoco se descarta mantener el dibujo en su mayoría y coronarlo con alguien más experimentado. Aquí, como ya se ha apuntado, gustan sobremanera el nombre que más sonaba hasta la contratación del ex de Hope Group, el ahora director general del Getafe y ex miembro del 'staff' culé Ramón Planes, y Antero Henrique, adjunto a ese mismo cargo en el PSG que podría, como Luis Campos con el Celta, compaginar sus funciones y quizás abrir una nueva vía de diálogo con los parisinos, tras el enfrentamiento entre ambas sociedades en los tribunales deportivos y administrativos por la cesión con opción de compra de Lo Celso al Tottenham.
Sea como fuere, deberá haber una cabeza visible, ya que la anterior experiencia (post Serra Ferrer) no fue positiva. Y el que tome el relevo de Cordón heredará tanto deberes como encomiendas muy claras. De un lado, toca rematar la ampliación de contrato de Guido Rodríguez más allá del horizonte actual de 2024, pues, de lo contrario, su venta el próximo verano sería obligada para obtener algún rédito. De momento, el plan del oriundo de Granja de Torrehermosa es terminar la temporada actual, por lo que le tocaría a él dejar ese asunto visto para sentencia. Luego, al que le releve le tocará lidiar con el relevo generacional, con Bravo reclamando el año extra que se ganará sobre el terreno de juego, amén de Guardado y Joaquín pidiendo la 'prórroga'. En otro orden de cosas, la clave volverá a estar en recuperar el perfil vendedor para rescatar los 6,3 millones de euros 'prestados' por el consejo al club y equilibrar las cuentas. Las miradas están en la Premier, donde sus agentes y otros intermediarios de confianza mueven a los que pueden reportar más plusvalías para obrar un rearme. Por este orden: Luiz Henrique, Rui Silva y Luiz Felipe. Con Borja Iglesias no está tan claro que pueda haber margen de beneficio.