No pudo venirle peor la lesión, si es que alguna vez este tipo de contingencias son oportunas, a Nabil Fekir, sustituido al descanso el pasado 28 de septiembre ante el Al-Nasr, aunque no sin antes encauzar el triunfo del Al-Jazira con un gol de penalti y una asistencia a su compañero Bruno Conçeiçao en el 2-0. El brasileño nacionalizado emiratí aún anotaría un tercer tanto al filo del intermedio, suficiente para asegurar, ya sin el 'crack' francés sobre el terreno de juego, los tres puntos ante un rival directo que apenas logró recortar distancias por medio de Adel Taarabt. Era la primera victoria de los blanquinegros en la UAE Pro League desde el aterrizaje de su fichaje estrella, si bien la inercia brindó dos más en su ausencia y un empate con el Al-Wasl justo antes de un parón que ha servido para que los tocados recorten plazos y se sumen a la causa, entre ellos el ex del Real Betis.
En su mejor momento cuando se rompió, Fekir está ya ejercitándose junto a sus compañeros, que han empezado a preparar en plena fecha Fifa el duelo del próximo sábado 23 de noviembre a partir de las 13:40 (hora española) contra el Ajman Club al calor del Mohammed Bin Zayed Stadium de Abu Dhabi, donde la segunda plantilla más valiosa del torneo tendrá la oportunidad de recuperar crédito y terreno en pos de las plazas privilegiadas de la clasificación, de momento en posesión de Sharjah FC y Shabab Al-Ahli (éste, con un partido menos), con cinco puntos más. Superado ya el 'shock' por la temprana eliminación en la primera ronda de la UAE League Cup a manos del Al-Bataeh, queda todavía hasta que regrese la President's Cup. Será el 25 de enero de 2025 cuando el Al-Jazira se mida con el Al-Ain en los cuartos de final de una competición que ilusiona sobremanera.
Por ahora, los pupilos de Hussein Ammouta podrán centrarse durante mes y medio en la Liga regular, cruzando tanto el técnico marroquí como el resto del vestuario, al directiva y los aficionados por la continuidad de Nabil Fekir. No ya por la fuerte inversión realizada (en torno a cinco millones de euros) para llevarlo a Oriente Medio, sino también por la gran calidad que atesora el ex del Real Betis, que, incluso sin atravesar por su mejor estado de forma, marca lógicamente las diferencias en un torneo emergente pero muy lejos del nivel que se puede ver en Europa. Aunque había tardado en despertar, al ex del Lyon le hizo falta poco para demostrar de qué está hecho. Ahora, vuelve a sonreír.