El Betis Deportivo visita este viernes Fuenlabrada tras la cruel derrota del pasado fin de semana ante el Antequera, la segunda de la temporada, que le hizo perder el liderato del Grupo 2 de Primera RFEF. Los pupilos de Arzu, que vieron cómo los malagueños remontaban sobre la bocina el golazo de Pablo García, intentarán resarcirse pese a las muchas e importantes bajas que arrastra, empezando por la del extremo de Alcosa, aunque también faltarán los mediocentros Mateo Flores y Carlos Guirao, ambos reservados para viajar este sábado a San Sebastián con el primer equipo por las ausencias por lesión de Johnny Cardoso, Marc Roca y William Carvalho, por contar solamente los de su demarcación. Vuelven a la disciplina del filial el meta Manu González y el lateral derecho Pablo Busto, que viajaron con los mayores a Mladá Boleslav, aunque se quedaron en el banquillo, lo contrario que un Jesús Rodríguez que repite.
El alcalareño, que mejoró ostensiblemente las prestaciones ofensivas del Real Betis en la reanudación ante los checos, está ya habilitado en la otrora Segunda B, una vez cumplido el partido de sanción que le impusieron por su expulsión ante el Sanluqueño, aunque se une a los ocupantes de la enfermería: los de larga duración Mawuli Mensah y Ginés Sorroche, amén de Ángel Ortiz. Ya está disponible, superada su segunda lesión en poco tiempo, el atacante Marciano Sanca. Este último, junto a Usse Diao o Joao Gabriel Fersura, compensarán los problemas por fuera sin Jesús, aunque con el apercibido Souleymane Faye. Lo de Pablo García es un asunto extradeportivo, nada que ver con su excelente rendimiento. Y es que las diferencias existentes para su renovación de contrato han propiciado que, como medida de presión, el club haya decidido dejarle momentáneamente en la grada, como suele decirse.
Desde Promoesport Andalucía, la agencia que representa al zurdo, prefieren no hacer valoraciones profundas sobre esta medida, explicada internamente en el sentido de que los verdiblancos no van a promocionar al internacional español sub 19 para que se marche gratis el próximo verano, cuando expira su actual contrato. En realidad, fuentes de la operación se sorprendían con la noticia, insistiendo en que no hay ningún problema importante ni ninguna traba desde el bando que asesora al de Alcosa, interpretando el gesto, más común de lo que parece, como una parte de las negociaciones en las que cada uno juega sus cartas, por mucho que el castigo al joven punta de 18 años se considere innecesario y exagerado. Bético desde que era prebenjamín de segundo año, Pablo pondrá también de su parte para seguir ligado al club de su vida, aunque espera que se valore su gran progresión y se le abran las puertas del Benito Villamarín a corto plazo.
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