"Pateó cinco veces a puerta con la selección y se cree una estrella. Yo estuve siete años ahí y sigo siendo humilde". El pique de Hulk con Luiz Henrique a la finalización del Atlético Mineiro-Botafogo de la pasada madrugada acababa de empezar y no fue sino a peor. En una antesala de lo que será el sábado 30 de noviembre en Buenos Aires la final de la Copa Libertadores, los de Belo Horizonte y los de Río de Janeiro empataron a cero, lo que complica el camino de los segundos hacia el título de la Série A, pues el Palmeiras, vigente campeón, suma dos victorias consecutivas por las dos tablas de su máximo rival, que ve reducida su ventaja al frente de la tabla de seis puntos a sólo dos. Quedan cuatro jornadas, pero, en la madrugada española del próximo miércoles 27-N, a menos de 72 horas de la gran cita en el Monumental de River Plate, el 'Fogao' y el 'Verdao' se verán las caras en el Allianz Parque de Sao Paulo.
Quizás los nervios por la inminencia de este epílogo en el que Botafogo puede hacer historia por partida doble o ahogarse en la orilla dos veces, sus problemas extradeportivos con la trama de apuestas deportivas y la investigación reabierta contra él, o el propio fragor de la batalla previa a la final afectaron al de Petrópolis, que fue expulsado vía VAR (con el partido ya finalizado) por lanzar una botella a la seguridad privada de su anfitrión, por lo que se une a la baja por el mismo motivo (esta vez con el balón aún en juego) del central Alexander Barboza. Ninguno estará en el decisivo encuentro de este sábado ante el Vitória y, según lo que dicten los comités, podrían ver comprometida su presencia ante el gran rival por el campeonato. Una metedura de pata de Luiz Henrique que puede verse como un tiro en el pie del aspirante a las puertas de la gloria.
El jugador más relevante de Mineiro, el delantero de 38 años Givanildo Vieira de Souza, más conocido como Hulk, explicaba a jugadores y entrenador rivales que la actitud del ex del Real Betis había sido reprobable, acusándole de llamar "equipo de mierda" al Atlético, lo que desató las iras del ex del Zenit: "El día 30 jugaremos... A ver qué mierda somos". Algo más comedido ante los medios de comunicación en zona mixta, el de Campina Grande siguió censurando a Luiz Henrique: "Fue a por nuestro portero suplente, yo no lo escuché. Llegó a (Matheus) Mendes, en el descanso del partido, y le dijo que el Atlético Mineiro es muy débil, una mierda. Que Dios los bendiga y que ganen algo, porque vamos a luchar para ganar en Argentina. Él lo tiene todo para ser una estrella, pero aún no lo es. Está teniendo un gran año, pero está aún muy lejos de ser una estrella, demasiado lejos. Primero debe ser un 'crack' como persona. Que le sirva de aprendizaje”,