"Estas cosas pueden pasar. Y, para definir qué es una falta de consolidación o pseudo artrosis, en efecto hay que esperar seis meses. Ahora, se le aplicarán injertos para refrescar el foco de la fractura, seguramente de su propia cadera o realizarán un abordaje para utilizar hueso de la pelvis, que es el mejor, el más sano. Se le puede aportar externo, pero siempre es mejor hueso propio para dar estabilidad a la fractura. Por desgracia, sí que se va a ir a unos cuantos meses más", explicaba a ESTADIO Deportivo su especialista de cabecera, el doctor Juan José López Martínez, a la sazón médico personal del tenista Carlos Alcaraz y un consumado experto en la cirugía ortopédica y la traumatología deportiva e infantil, sobre el nuevo paso por el quirófano de Isco Alarcón. Además, el murciano cree que bajo esta decisión de su colega José Manuel Álvarez Casado está la convicción de evitar un mal mayor: "Si han visto que, por esperar, se podía perder la temporada entera han abogado por corregirlo ya para volver antes".
Añade el galeno adscrito al Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca un motivo de preocupación para el beticismo: "Las reintervenciones suelen ser más lentas". Esto propiciará que, si el tiempo normal (promedio) para estas dolencias es de tres meses (justo lo que tardó en volver a jugar Guido Rodríguez, que sufrió una fractura en teoría más grave del peroné, la distal), ahora habrá que esperar más bien cuatro. Ya los servicios médicos del Real Betis adelantan que el mediapunta costasoleño estará de 6 a 8 semanas sin impactos en la zona intervenida, lo que llevará el inicio real de su rehabilitación seguramente a principios de noviembre, por lo que, entre unas cosas y otras, el escenario más probable para una reaparición de Isco Alarcón habla de los albores de 2025 más que de los estertores de 2024. Más de media temporada sin el que ha sido, de largo, el jugador-franquicia en verdiblanco y su efectivo más determinante durante la campaña anterior. Un motivo más para pensar en reemplazarlo. Pero... ¿es legalmente factible?
La respuesta corta es 'sí'. Estrictamente hablando, el artículo 124.3 del Reglamento General de la RFEF, revisado para evitar casos como el pago de la cláusula de Braithwaite por parte del FC Barcelona, dejando al CD Leganés sin opciones de poder fichar un sustituto, establecía que "podrá autorizarse excepcionalmente la expedición de licencia fuera de los períodos reglamentarios cuando un futbolista de la plantilla cause baja por enfermedad o lesión que lleve consigo un período de inactividad por tiempo superior a cinco meses, ello siempre y cuando la inscripción del futbolista sustituto no requiera la expedición de Certificado de Transferencia internacional (que esté jugando en España, vamos). La concurrencia de tal circunstancia de enfermedad o lesión, así como el propósito del club de solicitar la baja federativa en base a la misma, deberá ser notificada, de forma fehaciente, al futbolista afectado con, al menos, diez días de antelación a la fecha de solicitud de la citada baja federativa, a fin de que pueda efectuar, si así lo desea, las alegaciones que considere oportunas". Pero ya ha quedado derogado, por lo que esa vía no es aplicable.
Añadía que, "deberá acreditarse documentalmente que la lesión se haya producido una vez cerrado el periodo de inscripción correspondiente" (el Betis, de haber tenido una ficha libre, podría contratar sin lesión de por medio a cualquiera en paro, pero ahora necesitaría liberar la de Isco o usar la vacante de Rodri), aunque los expertos siempre defendieron que valía con este agravamiento que motivaría su nueva operación. "La competencia para otorgar la autorización corresponderá a la RFEF o, en su caso, a LaLiga, a solicitud del club interesado, previo expediente en el que se acredite el hecho a través de certificación expedida por un tribunal médico integrado, al menos, por dos facultativos de la Mutualidad de Previsión Social de Futbolistas Españoles. Dicha autorización, si procede otorgarla, tendrá una validez máxima de quince días, transcurridos los cuales sin que se formalice la licencia, caducará", termina el texto legal, que tiene una coletilla clave: "El sustituido no podrá reintegrarse a su club, ni inscribirse en ningún otro, aunque obtenga el alta, antes de que transcurra el referido período de cinco meses". Eso sí, tras ellos, el futbolista podrá regresar a su club siempre que aporte un certificado de la referenciada Mutualidad, haya licencias libres en el equipo y suscriba licencia nueva", terminaba el artículo en cuestión.
Los responsables verdiblancos no tienen previsto, según ha podido saber ESTADIO, acudir al mercado en busca de un relevo de Isco, que tendría que ser ya necesariamente agente libre, como ya se ha explicado, ni tampoco por Rodri. En todo caso, tendría que haber logrado que el informe médico avalara la recaída y la nueva intervención como una lesión distinta a la anterior, cuya operación data de finales de mayo, siendo encima más grave (cinco meses), algo similar a lo que ha hecho el FC Barcelona con la baja de Christensen, aunque, al estar excedido en el LCPD (no es el caso heliopolitano), la inscripción de Dani Olmo sólo se ha permitido hasta el 31 de diciembre de 2024, igual que hace un año (y con ficha del filial) con Vitor Roque por la grave dolencia de Gavi. En esta ocasión, LaLiga pondría a disposición bética los 2,8 millones de euros netos del sueldo del de Arroyo de la Miel y lo poco que haya sobrado tras contratar a Lo Celso, aunque en La Palmera prefieren esperar hasta enero para acudir al mercado y hacer sitio al ex madridista antes si todo sale bien la segunda vez, también por la imposibilidad de llegar a las exigencias de hombres en paro como Rabiot. También en la lista UEFA.