El Real Betis descansó este domingo y lo hará también el lunes, después de la victoria del sábado ante el Granada CF (1-0), que rompía una racha de dos derrotas consecutivas. Los pupilos de Manuel Pellegrini volverán al trabajo el martes a las 10:30 horas en la Ciudad Deportiva Luis del Sol para comenzar a preparar el duelo dominical (18:30 horas) de LaLiga ante el FC Barcelona, que buscará resarcirse de la paliza del Real Madrid en la final de la Supercopa de España. Para ese día, el 'Ingeniero' contará con una docena de bajas, pues no son demasiado optimistas los servicios médicos, amén de que Chadi Riad, Ez Abde y Youssouf Sabaly están en Costa de Marfil con sus selecciones para disputar la Copa de África, si bien el lateral diestro se perderá, como poco, el debut de Senegal este 15-E ante Gambia por seguir renqueante de un esguince de rodilla. Por otra parte, Marc Bartra, Nobel Mendy y Guido Rodríguez están descartados.
Hay ligeras opciones de que lleguen a tiempo, aunque prácticamente sin ritmo, Claudio Bravo, Juan Miranda, Héctor Bellerín y William Carvalho, por lo que, según la forma de proceder estos casi cuatro años del técnico chileno, lo normal es que ninguno fuerce la máquina. Además, Aitor Ruibal y Ayoze Pérez están virtualmente descartados, después de retirarse contra los nazaríes antes de tiempo con sendas lesiones en apariencia de gravedad, aunque todavía de alcance desconocido. Este lunes, ambos se someterán a una resonancia magnética y otras pruebas complementarias para determinar lo prolongada de sus ausencias, con sensaciones cruzadas en el primer día de asueto, que tanto el carrilero como el atacante pasaron con la pierna derecha en alto y de absoluto reposo a la espera de que bajara la inflamación de las dos articulaciones afectadas.
Con los dedos cruzados, la cautela impera en el vestuario y en los entornos tanto del catalán como del canario. Este último es menos pesimista que el sábado, cuando el dolor en el tobillo derecho tras la fea entrada de Bruno Méndez era importante. No pasó buena noche, precisamente, el ex del Leicester, que espera que todo quede en un fuerte esguince para que, aplicando calor y frío de manera alterna y poniéndose en manos de los fisioterapeutas, pueda estar de vuelta en pocas semanas. Si no están afectados los ligamentos, dado que no parece que haya otros daños en el peroné o el maleolo, sería la mejor de las noticias. Menos optimismo hay en el caso del de Sallent, que se dejó atrás la rodilla derecha en un lance fortuito con Bryan Zaragoza y, menos de una hora después que su compañero, abandonaba el césped por su propio pie, aunque esto no puede descartar por sí mismo que sea algo grave. Esquivar todo lo relacionado con el cruzado, sobre todo el anterior, es el objetivo soñado.