"Necesitábamos reforzar esa posición. Se ha cumplido el objetivo que nos marcamos con la lesión de Marc. No ha sido fácil, como ha ocurrido con el partido ante el Aris, pero estamos contentos con el final de las negociaciones". Así lo certificaba el director deportivo del Real Betis, Ramón Planes, en los medios oficiales desde Chipre, donde asistió al 0-1 de su equipo, la oficialidad del fichaje de Sokratis. En los prolegómenos de la cita, ante el micrófono del querido Ismael Medina en Movistar Plus, avanzaba que había pasado satisfactoriamente el reconocimiento en la capital hispalense, donde llegó al filo de la una de la tarde, por lo que solamente quedaba el último trámite, con vídeo improvisado y broma incluida, jugando con el largo apellido del último en llegar como si fuera una nueva clave wifi. El central griego se pondrá inmediatamente a disposición de Pellegrini y conocerá a sus nuevos compañeros (a Bellerín y a Bartra ya los tiene 'fichados'), pues la plantilla se ejercitará este viernes nada más aterrizar en San Pablo.
Isco Alarcón se marchó hace dos veranos del Real Madrid con un salario astronómico, lógico para los méritos que adquirió durante sus primeros años en la casa blanca, pero imposible para cualquiera que quisiera acogerle en esta nueva etapa. En concreto, trascendió que el costasoleño percibía 12.727.520 millones de euros brutos, casi siete netos. Ya tuvo que reducirse mucho el caché, por debajo de la mitad, para firmar por el Sevilla FC, aunque nada comparable a lo que le ofrecía el Real Betis. Por las posibilidades económicas del club verdiblanco y el riesgo entendible que suponía su contratación, petición expresa de Manuel Pellegrini, sobre la mesa del mediapunta había lo que podría haber entendido como calderilla: algo más de un kilo limpio, pero con bonus por rendimiento (goles, partidos disputados...) que elevarían la cifra, mismo baremo utilizado para prolongar su contrato por una campaña hasta 2025.
Al '22', de largo el mejor de los heliopolitanos en este arranque de temporada 23/24, le va a salir bien la jugada, pues va a percibir seguramente más del doble de lo estipulado en el fijo de su acuerdo, que se barajó también para Marc Bartra, si bien varias fuentes confirman que su compromiso no incluye cláusulas de renovación automática como ésas. El que sí ha tenido que pasar por ese aro, necesario para una entidad con el tope salarial rebasado hasta que se computen el traspaso extemporáneo de Luiz Felipe al Al-Ittihad y la ampliación de capital, amén de las nuevas medidas de LaLiga para aflojar la presión sobre el control financiero de los clubes, es Sokratis Papastathopoulos, que aterrizaba este mismo jueves en el Aeropuerto de San Pablo para pasar reconocimiento médico y comprometerse con el Betis, muy desequilibrado en el eje de su retaguardia por la citada operación del italo-brasileño y la complicada lesión en el tendón de Aquiles del catalán. Según confirmaba desde Limassol Planes, ha llegado en un excelente estado de forma, "aunque lógicamente le faltará ritmo".
Según ha podido conocer ESTADIO Deportivo, el griego, que ya tenía las mismas referencias positivas que sus ex compañeros en el Arsenal Bellerín y en el Dortmund Bartra que ellos mismos habían dado a los técnicos verdiblancos, pidió tiempo a Ramón Planes, descolgándose con una petición de cuatro millones de euros netos para no esperar a un club saudí y otro qatarí que se lo habían ofrecido, mientras que el Bayern no llegaba a tanto, pero sí triplicaba la propuesta bética. Rápidamente, la opción del ex futbolista de Olympiacos se descartó, pero el interesado se cansó de esperar y, a sus 35 años, rectificó para ser él el que se ponía a disposición de Pellegrini, que ha sido clave igualmente para 'venderle' este proyecto. Como Isco, Sokratis percibirá un fijo de alrededor de un millón de euros, con pluses por rendimiento que le permitirán tanto aumentar su sueldo como, siempre que supere los 25 partidos oficiales en lo que resta de curso, quedar vinculado una segunda temporada, como exigía inicialmente.