Antonio José Medina4 min lectura"La máxima motivación del equipo es pelear hasta el final por un puesto europeo, no hay que perder la perspectiva, solo hemos estado dos años seguidos en Europa, si logramos es la tercera. Eso tiene que motivar más que una comida en la Feria", señalaba Manuel Pellegrini antes del Real Betis-Real Sociedad disputado este martes. La respuesta era a una pregunta sobre si dejaría que sus jugadores fueran al Real de la Feria de Abril en caso de victoria. Con ella no dijo ni que sí ni que no, pero dejo claro que no piensa en ello y sí en lo que lleva entre manos. Aunque hubo alguno que bien merecía ese 'premio'.
Comida habrá, hoy al mediodía, aunque los ánimos no serán los mismos que hace un año, cuando se acababa de conseguir la tercera Copa del Rey. Mucho menos los habría anoche tras un empate que, a tenor de las caras de los jugadores del Betis, al finalizar el partido, sabía a derrota. Sus declaraciones posteriores lo confirmaban y admitían que la Champions League se ha complicado después de no lograr superar a la Real Sociedad.
Uno de los artífices de la mejoría verdiblanca en la segunda mitad fue un Juan Miranda que volvió loca por su banda a la defensa de la Real Sociedad. El lateral izquierdo de Olivares sobresalió muy por encima del resto o, al menos, así lo asegura la afición bética en la #EncuestaHelvetia, donde sitúan al aljarafeño como el mejor del equipo, por delante de Ayoze Pérez, autor de las mejores ocasiones verdiblancas en este periodo, o de un Sergio Canales que se multiplicó y que trató de echarse el equipo a la espalda.
El canterano ha dado un paso adelante desde que se fuera Álex Moreno en enero. Aunque se alternó con Abner Vinicius cuando llegó el brasileño, ya hace tiempo que se ha hecho con la banda izquierda, como Moreno se hizo en su día, y Pellegrini no rota nada en esa posición.
Juan Miranda entró en la segunda parte del partido de Elche, que el Betis remontó tras ir claramente abajo, y desde entonces ha sido titular en todos los encuentros y sólo lo han sustituido en tres de ellos, ante el Real Madrid y Osasuna en los últimos minutos, y frente al Cádiz, porque tenía una amarilla y, en el momento de tensión que se vivía, casi ve la segunda.
Tal es su progresión que en Barcelona se hacían ilusiones con que pudiera ser una de las ventas de este verano -ellos se llevarían el 40% de ella-, aunque con lo que le ha costado hacerse con un puesto de titular en el Real Betis, lo más probable es que esté pensando en una renovación -acaba contrato en 2024- antes que en una salida prematura.