El futuro de Guido Rodríguez no está ni por asomo teñido de verdiblanco. Una realidad que tampoco es una gran novedad, pues el Real Betis y sus dirigentes lo intuyen desde hace meses. De hecho, llevan intentando sin suerte renovarlo, primero buscando un acuerdo que lo mantuviese en el escalón salarial que actualmente ocupa y, ya a la desesperada, aceptando sus exigencias de quedar solamente por detrás de Nabil Fekir. Pero sólo hay dos lecturas de la callada por respuesta que han recibido de la familia Sabbag: o era un farol o, para ellos, esa contraoferta también caducó. El noble gesto de mantener la propuesta pese a su grave lesión de peroné no se ha visto correspondido, por lo que Ángel Haro explotó antes de subir al avión rumbo a Zagreb y dio por hecho el adiós del italo-argentino. Seguramente, no haya querido admitirlo antes, porque el '5' no se va ahora, sino que lleva yéndose mucho tiempo.
Desde La Palmera explican que, dada la importancia que tiene en los esquemas de Manuel Pellegrini y pese a la irrupción de Johnny Cardoso como compañero de Marc Roca en el doble pivote, el caso de Guido se asemejará al de Aïssa Mandi, que fue titular con Quique Setién hasta el último día, pese a tenerlo hecho desde mucho antes con el Villarreal CF. El de Saenz Peña, por su parte, ya apostó por el Betis en las dos ventanas anteriores, cuando manejó ofertas económicamente más jugosas, pues, además, siempre esperó un proyecto deportivo que sí le apeteciese. Por ejemplo, quiere jugar la Champions League y creó poder conseguirlo como heliopolitano, aunque no pudo. El problema radica en que varios de sus pretendientes se frotan las manos con un agente libre de su experiencia y su caché (29 años y 24 millones de euros de tasación), si bien ninguno tiene el 'sí'.
Guido sueña (nunca lo ha ocultado) con el FC Barcelona, que busca un jugador de sus características y celebrará no tener que pagar traspaso, aunque la decepción en la Ciudad Condal con Oriol Romeu y hasta con Ilkay Gündogan propiciarán una apuesta de cierta enjundia para, ahora sí, obrar un relevo en condiciones para Sergio Busquets. Incluso, Xavi Hernández se encaprichó del también gironí Aleix García, pero el de Terrasa no sigue en el banquillo, por lo que cualquiera sabe. El otro club que hacía tilín al mediocampista bético es el Atlético de Madrid, aunque allí hay 'overbooking'. Su gran valedor es el 'Cholo', pero acaban de gastarse un dineral (18 kilos) en otro pivote más joven (Vermeeren). Milan e Inter aparecen en el horizonte, con el aliciente añadido de su pasaporte transalpino, si bien al canterano de River Plate le seduce a priori más la Premier League. No quiere ir allí a uno fuera del 'Big 6', lo que complica sus planes, por ahora poco claros.
Si el presidente, Ángel Haro, fue contundente a la hora de hablar de una oferta que había "expirado" y dando a entender que el escenario más probable es la marcha de Guido Rodríguez, el entrenador, Manuel Pellegrini, ejercía de conciliador para ver la situación dentro de la normalidad e intuyendo que ni el jugador quiere irse ni el club que lo haga. En el medio, Manu Fajardo, director deportivo verdiblanco, abordaba la cuestión en 'Libre y Directo' antes del partido en Zagreb: "Ha sido y es importante para nosotros por su capacidad humana y futbolística. Es uno de nuestros capitanes, de hecho. Pero esto es fútbol y se dan y se darán circunstancias contractuales como ésta. El Betis trasladó una oferta a sus agentes, que se mantuvo, incluso, tras su lesión, pero para que dos partes quieran seguir juntas deben estar convencidas ambas. El club ha estado siempre convencido, por lo que ahora es la otra parte la que debe dar el paso. Confiemos en que impere el sentido común; esperamos noticias por parte de su entorno".
El alto ejecutivo, además, se mostró orgulloso de su nuevo cargo: "Como he comentado anteriormente, me crie en el viejo Gol Sur viendo al Betis, hasta el punto de que mi mujer guarda de recuerdo mi primer carnet, que me sacaron con tres años. Mi padre cuenta la anécdota de que me cambiaba los pañales allí en el campo, primero en Preferencia. Luego estuve en Fondo y tenía delante a Antonio Raya, ahora utillero; celebrábamos los goles juntos. Son muchos años formándome en otros grandes clubes de Primera para, si algún día surgía la oportunidad, ejercer aquí. Soy un adicto al trabajo y me esfuerzo siempre en cuerpo y alma por los proyectos en los que participo. Si es necesario meter a los jugadores ese veneno, lo haré. En las comidas, entrenamientos y demás se les transmite la importancia de cada partido, de cada eliminatoria. Son conscientes de lo que hay en juego. Somos autocríticos, porque sabemos que en ella está la mejora".