Sigue sin convencer a propios o extraños Diego Lainez, atacado sin piedad por la prensa mexicana (a veces, con indignantes acusaciones que deberían ser correspondidas con sus correspondientes denuncias), que no le ve nivel para la Liga MX. Algunos, incluso, dudan de que pueda jugar en la Segunda división del país (Liga de Expansión MX), tanto en cuanto suma ya 16 partidos con Club Tigres en los que no ha marcado un gol ni brindado una asistencia. El baile de entrenadores no le ha ayudado, pues uno de sus grandes valedores, Diego Cocca, se marchó a dirigir la selección mexicana, mientras que Marco Antonio Ruiz fue relevado hace poco de su cargo. Robert Siboldi, contra pronóstico, sí está depositando mucha confianza en el de Villahermosa, a veces como mediapunta, lo que se demuestra con dos titularidades consecutivas (de las únicas cinco de que ha disfrutado desde que llegó).
El caso es que el discreto rendimiento del extremo ha generado un runrún creciente en varios medios locales, que insisten que en que no estará en el Torneo Apertura 2023, que se disputará entre julio y diciembre de este año. Incluso, hay quien apostaba por una salida al mercado de Lainez, decisión que no puede tomar la entidad de Nuevo León todavía, ya que el préstamo por parte del Real Betis no expira hasta la próxima Nochevieja. En realidad, el zurdo tiene vinculación hasta 2025 con los heliopolitanos, aunque, como ya informó recientemente ESTADIO Deportivo, la operación cerrada el pasado mes de enero con Tigres incluía una opción de compra que se volvía obligación según determinadas condiciones, no ligadas a su productividad de cara a la puerta contraria, sino a los minutos jugados. Un mero trámite, insistían desde la planta noble del Benito Villamarín, por lo que, pese a acumular únicamente 570 con los auriazules, su desembarco sería ya un hecho.
Otra vía que apuntan desde tierras norteamericanas, con titulares (en 'El Diario de Morelos') como 'Con los días contados', sería que los de la UANL propusieran al Betis repetir la jugada del Braga, léase romper a la mitad el pacto suscrito. Entonces, los portugueses habían acordado una opción de compra cifrada en siete millones de euros que en La Palmera habrían replicado con los mexicanos, que aceptaron comprar el 65% del pase de Diego en varios plazos, con unos cinco kilos asegurados, con otros dos en variables, firmando el 1 de enero de 2024 por otros tres años y medio. A partir de entonces, claro, Tigres sí podría deshacerse del futbolista, repartiendo dividendos con el Betis (que se queda un 20% de los derechos) y América (un 15%), pero los verdiblancos no aceptarán ahora ese paso atrás que se rumorea.