Para finales de esta semana se esperaba la resolución definitiva del TAD acerca de la sanción de cuatro partidos a Sergio Canales por calificar tras el Betis-Valladolid de "premeditada" su expulsión en Cádiz a manos de Mateu Lahoz. Como es bien sabido, Competición impuso esa pena y Apelación la mantuvo, filtrándose que consideraron pueril el recurso de los verdiblancos, que se pasó en el error de pronunciación del cántabro ante las cámaras de DAZN, aunque imperó la transcripción del informador arbitral. El último órgano jurisdiccional deportivo no concedió la cautelar, adelantando un fallo tendente a ratificarla más bien, por lo que el zurdo no pudo estar en el Metropolitano, pero no entró de lleno en la cuestión, lo que aprovecharon los servicios jurídicos heliopolitanos para, en plena Semana Santa, solicitar la paralización del castigo (los tres choques pendientes) por la vía ordinaria. Y con éxito, porque el ex de Real Sociedad, Valencia y Real Madrid fue titular frente al Cádiz, con tan mala fortuna que volvió a ser expulsado. Dado que desde La Palmera habían prometido a uno de sus capitanes llegar hasta el final, hubo alegaciones al acta de Cuadra Fernández que fueron desatendidas, por lo que, a falta de confirmar si se ha subido otro escalón, será baja contra el Espanyol y, seguramente, condicionará el dictamen en firme del Tribunal Administrativo del Deporte.
Según ha podido saber ESTADIO Deportivo, las esperanzas de una sentencia favorable en este sucesor del CEDD son escasas, a pesar de que sí la hubo, por ejemplo, en el famoso 'derbi del palo', anulando hasta el cierre parcial en que quedó el asunto inicialmente. De hecho, juristas como Javier Villegas explican en un interesante hilo en Twitter que hay precedentes alentadores para el Betis. No ocurrió en el caso del valencianista Gayà, pero sí en el de Álvaro Cervera, entrenador del Oviedo, que acusó a un colegiado de "no querer pitar" un penalti a su equipo, entendiendo el TAD que los comités anteriores, que le sancionaron cuatro partidos también, "hacen un juicio subjetivo sobre la intencionalidad del recurrente no basado en la literalidad de las palabras empleadas" y en el ejercicio de su libertad de expresión. Según el citado letrado, se ha vuelto a hacer con Canales, "atribuyendo una acusación de parcialidad e intencionalidad a la frase 'aquella expulsión la tenía premeditada'", cuando "premeditar es pensar reflexivamente algo antes de ejecutarlo", por lo que los siete jueces que lo componen podrían igualmente considerar que no se pone en duda la honradez de Mateu.
De ser indultado finalmente al santanderino, el agravio sería notorio, pues ya se perdió un partido por no querer concedérsele la cautelar, aunque las apuestas que peor se pagan son las que defienden que habrá ratificación, como en el caso del otro que fue a un juzgado ordinario, el cadista Iza Carcelén. El escenario más factible es que, para que no se solapen la sanción de un partido por su expulsión ante los gaditanos y el segundo de los tres partidos de la paralizada, pasaría por un fallo en firme del tribunal gubernamental a lo largo de la semana próxima, por lo que, además del Betis-Espanyol, Canales se perdería los choques ante Osasuna, Real Sociedad y Barcelona. Otra solución pasaría por seguir apelando, ya no pidiendo la cautelar (derivada del artículo 135 de la Ley Jurisdiccional) sino recurriendo el dictamen en firme del TAD, por la vía civil-administrativa, pero se trata de territorio inexplorado. La FIFA y la UEFA no permiten (y castigan en consecuencia) salirse de los comités deportivos, pero no obligan a sus filiales a imponer esa misma fórmula, pésimamente vista en cualquier caso por la RFEF para no sentar precedentes peligrosos. Aunque la decisión no está tomada, en los despachos de la planta noble del Benito Villamarín posiblemente optasen en ese caso por saldar ya el castigo y pasar página.