Aitor Torvisco4 min lecturaEste 2024 que va tocando a su fin ha sido un auténtico tobogán de emociones para Pablo García, que este pasado sábado dejaba una imagen y un contundente mensaje que deslizan la inminencia de la que podría ser la última gran noticia de este año tan especial para el joven canterano del Real Betis. Después de exhibirse en el Juvenil destrozando récords anotadores (69 goles en 82 partidos), el de Alcosa era convocado por Manuel Pellegrini para la gira por Estados Unidos y, a la vuelta de su experiencia con el primer equipo, Arzu le abría las puertas del Betis Deportivo y se estrena con la selección española sub 19 antes de frenar en seco su meteórica irrupción al ser castigado por no renovar su contrato. Tras varias semanas muy duras viendo los encuentros desde la grada, las negociaciones con el club se desenquistaron y el polivalente atacante ha vuelto con fuerza agarrando el bote de pintura para colear de verdiblanco la capital de Andalucía.
Como hace unos días avanzaba ABC, el Betis y Pablo García tienen cerrado un acuerdo para extender su vinculación por cuatro años más, hasta el 30 de junio de 2029. El pacto incluirá una mejora de sus condiciones salariales y ajustará su cláusula a esa demostradísima condición de estrella en ciernes que había llamado la atención de numerosos clubes de primer nivel. Como ya informó ESTADIO Deportivo, uno de los más insistentes fue el Atlético de Madrid, que en su oferta le ofrecía una salto a Segunda división con una cesión al Real Zaragoza. Al final, ha primado su marcado sentimiento por el escudo de las trece barras que el viernes besaba con tanta euforia en un partido muy significativo para él.
El acuerdo de renovación aún no es oficial, pero la entente se hizo palpable con su vuelta a las convocatorias del Betis Deportivo para jugar 25 minutos la semana pasada en la visita al Marbella y con otros 18' en un 'derbi chico' en el que fue determinante. Tras saltar al campo de la Ciudad Deportiva Luis del Sol en el 72', entre aplausos y en lugar de Souleymane Faye, Pablo García acabó siendo determinante al dar la asistencia del definitivo 1-0 ante el Sevilla Atlético. En el 85', colgó con maestría un centro desde la banda izquierda que Marcos Fernández cabeceó para batir a Alberto Flores y dejar los tres puntos en Heliópolis en una semana en la que las relaciones entre los dos clubes de la ciudad ha estado bastante tensa.
Su euforia, más allá de ganar al eterno rival, tenía un componente mucho más profundo. Sufrió bastante en las casi tres semanas que estuvo apartado del equipo. Fue justo después de ser decisivo para la Rojita y de meterle un golazo al Antequera. Siempre ha querido quedarse y no para de demostrar el arraigo por las trece barras. Necesitaba volver a sentirse importante y ese centro perfecto le da la confianza que necesitaba. Su mensaje posterior, con beso al escudo y dardito al sevillismo, termina de explicar hasta qué punto este chaval de 18 años siente amor por el Betis: "Orgulloso de que el trabajo tenga recompensa. Noche mágica ayer en la Luis Del Sol con nuestra gente. No puedo ser más feliz gracias a ustedes, señores. Disfruten, descansen y no olviden que SEVILLA ES VERDIBLANCA".