Con el mercado de verano a punto de echar el telón, el Betis consiguió ejecutar el plan que llevaba meses trazado, dando salida a Nabil Fekir para traer en su lugar de vuelta a Lo Celso. A nivel deportivo, el cambio de cromos le ha salido hasta ahora perfecto al club verdiblanco, que además logró desprenderse del salario más elevado de su plantilla con la marcha del campeón del mundo, que había sido titular en las dos primeras jornadas de LaLiga.
El traspaso del francés al Al Jazira de Emiratos Árabes Unidos dejó también cinco millones de euros como contraprestación, los mismos que ha costado el argentino. Pero esta operación perfecta tuvo un pequeño cabo suelto que a día de hoy sigue sin solucionarse. Su protagonista no es otro que Yassin Fekir, que aterrizó en Heliópolis de la mano de su hermano en 2019 por petición expresa del internacional galo.
Tras haber acompañado también a Nabil en su andadura en el Olympique de Lyon, con cuyo primer equipo llegó a jugar tres partidos, Yassin fue firmado con 22 años para reforzar al Betis Deportivo, si bien esa primera campaña se marchó cedido al Guijuelo. De vuelta al club de La Palmera, comenzó la 20/21 en el filial y fue ascendido al primer equipo por Pellegrini tras la salida de Sanabria en enero, pero no llegó a debutar y regresó al curso siguiente al conjunto nodriza verdiblanco, donde fue pieza importante pese al descenso a Segunda RFEF.
Otra vez le tocó salir en el verano de 2023, esta vez a la Balompédica Linense, pero la pasada campaña regresó para colaborar en la misión de devolver al filial Primera RFEF, si bien fue perdiendo protagonismo en el tramo final del curso y ni siquiera tuvo minutos en el 'play off' de ascenso. A sus 27 años, y después de 72 partidos con el Betis Deportivo (8 goles y 4 asistencias), sus posibilidades de promocionar al primer equipo hace tiempo que dieron por perdidas, por lo que se le buscó una nueva salida en el último mercado.
Yassin rechazó salir al Xerez y se esperaba que pudiera seguir una vez más los pasos de su hermano en el fútbol árabe, pero la premura en las negociaciones impidió tocar en profundidad este tema menor, sin olvidar que en Emiratos Árabes existe una normativa más restrictiva con los extranjeros que impidió su aterrizaje inmediato. Un bloqueo que llevó al Betis a intentar rescindir el contrato del centrocampista, que acaba en 2026 tras su última renovación, pero no hubo acuerdo entre las partes.
Todo esto ha llevado a una incómoda situación al francés, que cayó lesionado en pretemporada y no participó en ningún amistoso del filial. De dicha lesión, no obstante, se encuentra ya plenamente recuperado, como ha podido conocer ESTADIO Deportivo, pero el club decidió no inscribirlo para la presente temporada al no tener fichas disponibles. Al menos hasta enero, por tanto, tendrá que limitarse a entrenar sin tener la posibilidad de jugar. Para entonces, a buen seguro, su futuro será tratado de nuevo. Mientras tanto, seguirá extrañamente separado de su hermano, con uno de los sueldos más elevados del segundo equipo verdiblanco.