Antonio José Medina4 min lecturaSi Borja Iglesias se ha ganado un puesto en la selección española gracias a su rendimiento y sus goles, y a que pelea por el Trofeo Zarra como mejor goleador español; el betis tiene a otro delantero con unas cifras similares, aunque en Segunda. Raúl García de Haro, al igual que el punta gallego, ha explotado este año en la categoría de plata y encabeza la tabla de goleadores nacionales vistiendo la camiseta del Mirandés.
El delantero catalán lleva 13 goles y 7 asistencias, y sólo Uzuni le supera en la lucha por el trofeo de máximo goleador. El Betis tiene claro que no puede desaprovecharlo y la próxima pretemporada regresará a la disciplina bética, ya que aún le quedan dos años más de contrato tras su última renovación, pero lo que no parece tan evidente es qué van a hacer con él.
Borja Iglesias, salvo una oferta estratosférica que se duda mucho que pueda llegar, es intocable, se está tratando de renovar a Ayoze Pérez, que en sólo dos meses ha dejado muy buena impresión, y también está Willian José. Si se quedan todos, no tendría sitio, ya que Pellegrini sólo juega con un '9', pero sí saliera el hispano-brasileño sí que lo tendría, pues Ayoze también puede jugar en banda y como segundo punta.
Lo que parece claro es que él sí cree que puede formar parte de la primera plantilla bética y así lo deja claro en una entrevista con Radio Marca. "Estoy tranquilo. Tengo contrato y mi idea es volver allí. Estoy trabajando para que el míster -Pellegrini- confié en mí y me dé la oportunidad, ya veremos en pretemporada qué piensa", advierte.
El de Olesa de Monserrat tenía claro que, lo que no quería, era estar otra temporada en el filial, donde no veía una salida clara, ya que sólo contó para Pellegrini en momentos de muchas bajas. "Estaba allí un poco estancado y veía que no iba a tener oportunidades. Está claro que no nos hemos equivocado", añade Raúl García de Haro, quien también añadió que "llevaba años" con "la idea de salir cedido, pero no se pudo dar" "Si no fue antes será porque tenía que ser ahora", añade.
"Estoy contento por el hecho de que la gente tenga ilusión por mí y con ganas de devolverles la confianza en el campo», asegura el joven delantero de 22 años, que no habló con Manuel Pellegrini a la hora de salir, pero sobre el que el técnico chileno estará tomando buena nota. Más problemas para su delantera, pero benditos problemas.