Aitor Torvisco6 min lectura"Aquí estoy yo. Aquí, aquí estoy". Con estas repetitivas palabras, pronunciadas a voz en grito y con el rostro desencajado por la euforia del momento, el 'Cucho' Hernández se golpeaba el pecho y se dirigía al graderío de Butarque donde se encontraban los dos millares de aficionados del Real Betis que se habían desplazado hasta Leganés y que enloquecían con la remontada de su equipo. El colombiano acababa de conectar una volea directa a la red para firmar su primer tanto como heliopolitano y darse su primer baño de gloria. La acción la había fabricado el iluminadísimo Cédric Bakambu, que salió del banquillo para participar de manera directa en los tres tantos de su equipo y lleva un mes de marzo espectacular. A más de 8.000 kilómetros de distancia, la alegría de los dos delanteros contrasta con la desesperación de Vitor Roque, quien acumula sus primeras críticas y decepciones como jugador del SE Palmeiras.
"Vamos a ver cuántos goles hace el 'Cucho' y cuántos mete Vitor Roque", decía con tono desafiante André Cury, el representante del 'Tigrinho', que culpaba directamente al Betis de la abrupta salida del joven ariete brasileño y le recriminaba que se hubiesen gastado 13 millones de euros en el fichaje invernal del cafetero. Apenas han pasado 19 días desde que el Barcelona le traspasó a Palmeiras; pero las imágenes de este pasado fin de semana eran bastante diferentes a esos augurios. Mientras el nuevo refuerzo verdiblanco festejaba en pleno éxtasis, su efímero compañero se llevaba su primera decepción con el 'Verdao' en el partido de ida de la final del Campeonato Paulista.
"En el Betis sólo aspirábamos a clasificarnos para la Conference y aquí vengo a ganar títulos", decía en su presentación un Vitor Roque del que no se esperaba esos palos tan gratuitos. Fue decir eso y sus excompañeros han accedido a los cuartos de final en el torneo continental y han enlazado cinco victorias seguidas en LaLiga que le han metido de lleno en la pelea por la Champions League. El pasado domingo, Palmeiras perdió como local el primero de sus dos encuentros contra Corinthians, que afrontará la vuelta ante su público con una ventaja de 0-1 (gol de Yuri Alberto).
Vitor Roque había dado el pase a la final provocando un penalti en la polémica semifinal contra Sao Paulo que indignó al equipo tricolor, que le acusó de fingir y engañar al árbitro. Era su debut en partido oficial y, después de acumular 75 minutos sin probar al portero (sólo un disparo y muy desviado), tuvo que pedir el cambio por unas molestias físicas. En su segunda cita, en el primer 'round' de la final contra Corinthians, el de Timotéo ha tenido que escuchar las primeras críticas, ya que apenas fue capaz de pisar área y desperdició tres remates muy claros. Todos fueron desde la frontal del área pequeña, pero a pesar de estar en boca de gol estrelló un remate contra el portero y mandó fuera los otros dos. Queda el encuentro de vuelta, pero el karma ya le ha dado el primer aviso.
Si su imagen, marchándose del campo tapándose la cara con la camiseta en señal de frustración, ya contrasta con la casi simultánea euforia del 'Cucho' Hernández en Leganés, aún difiere más del actual momento de forma de Bakambu. Espectacular, ha encadenado un doblete en Guimaraes, ante un Vitória SC al que ya le había marcado en la ida de la eliminatoria de octavos, con una estelar actuación en Butarque: salió con 2-0 en contra y, a los pocos segundos, forzó el penalti que Isco transformó en el 1-2; marcó el 2-2 con un cabezazo en plancha y montó la contra del definitivo 2-3 anotado por el colombiano.
Acabó 2024 solucionando la Fase Liga de la Conference en la visita al Petrocub, empezó 2025 dando el triunfo en Mallorca y en febrero también fue clave marcando y asistiendo en el 'Play off' europeo ante el KAA Gent. Su gran eclosión ha llegado en el presente mes: en los cinco partidos de marzo (sólo dos de titular) promedia un tanto cada 53'. A eso se le llama hablar en el campo, justo lo que esperan en Brasil que haga Vitor Roque.