El agravamiento de la lesión de Isco Alarcón, que deberá pasar nuevamente por el quirófano para corregir el dolor y las malas sensaciones tras operarse en mayo de una fractura diafisaria en el peroné izquierdo, ha sido un 'shock' en el Real Betis a todos los niveles. Ni siquiera los servicios médicos sospechaban que el parón en su recuperación podía derivar en un diagnóstico tan negativo que pospone su retorno 'sine die', seguramente ya para principios de 2025, pues no se precipitará lo más mínimo vistos los antecedentes. Un bulo en las redes sociales, que luego se convirtió en realidad pero que no tenía base (aseguran desde el entorno del propio jugador y desde el club que la confirmación y la decisión de intervenir no llegaron hasta este martes), volvió a parte del beticismo contra los dirigentes, pues un sector de la afición entiende que se dilató la oficialidad de la noticia para no tener que fichar un recambio, teoría tan rocambolesca como ilógica (sería disparar contra tejado propio).
Sea como fuere, la cautela impera ya de manera indiscutible en todo lo que concierne a la enfermería. Nada puede elevarse en este campo a definitivo, si bien las sensaciones tras los últimos percances físicos ocurridos en la plantilla, aparte del gravísimo del costasoleño, son de alivio. Por ejemplo, la retirada a tiempo de Juanmi Jiménez este jueves se antoja una victoria. La torcedura que ha sufrido durante el entrenamiento en uno de sus tobillos no reviste, a priori, importancia alguna. Ni se le ha hinchado la articulación ni hay ahí más dolor del típico en este tipo de accidentes, que no pasará seguramente de un esguince leve... si llega. Este viernes se le volverá a examinar, pero no hay programada prueba alguna, por lo que debe ir reincorporándose poco a poco al trabajo con sus compañeros y, por ende, ni mucho menos está descartado ni es siquiera duda para el regreso de la competición, previsto para el viernes 13 de septiembre a las 21:00 horas ante el CD Leganés.
Tampoco Marc Bartra, la otra preocupación en verdiblanco desde que se retirara en las postrimerías del Deportivo Alavés-Real Betis aquejado de una sobrecarga muscular que, afortunadamente, va a menos y no a más. Se perdió el central catalán el duelo en casa ante el FC Kryvbas y el foráneo contra el Real Madrid, pues la idea era ir con calma y no acelerar nada con un parón de dos semanas en puertas. Si no es contra los 'pepineros', será frente al Getafe CF, aunque lo mejor es que, después de una larguísima convalecencia por culpa de su tendón de Aquiles izquierdo, el primer contratiempo no ha supuesto una noticia reseñable para el '5'. Sus compañeros de demarcación Natan de Souza y Nobel Mendy evolucionan igualmente bien de sus molestias, con mayor precaución en el caso del senegalés, que se rompió en pretemporada y no forzará tampoco. El brasileño y Marc Roca, inmersos en un simple reparto de cargas, estarán sin problemas la próxima jornada liguera.