A punto de ser padres primerizos, Aitor Ruibal y su mujer están "muy ilusionados" con la buena nueva, aunque, como demostró en un simpático vídeo en los medios oficiales del Real Betis junto a sus compañeros (también de fatigas infantiles) Rui Silva y Guido Rodríguez, todavía no se le da "nada bien" lo de cambiar pañales. Espera aprender el catalán, que desea igualmente que la descendencia llegue con un pan debajo del brazo en forma también de éxitos profesionales. Por el momento, afronta este parón de selecciones de marzo como una oportunidad para reflexionar y resetearse, después de la racha de tres derrotas consecutivas que ha alejado a los verdiblancos de Europa: "Estamos trabajando duro y haciendo autocrítica, porque esto no puede volver a suceder. Pero somos conscientes de que es fútbol. Nos quedan nueve finales".
En una entrevista para el programa de la TV oficial del club 'Todo al Verde', el catalán defiende al vestuario, aunque no pone paños calientes: "Si supiésemos cuál es la tecla, la tocaríamos y sería todo mucho más fácil. Lo cierto es que, por momentos, el equipo tiene un bajón y no compite como debería. En Primera, si regalas 20 minutos de relax, te pintan la cara, que es lo que ha pasado en los últimos partidos. No sólo nos sucede a nosotros, porque todos los equipos compiten al máximo. Un mínimo error te condiciona. Perdiendo 1-0, remar contra equipos de mucha calidad es difícil". Con todo, ve intactas las opciones de ir por cuarta vez seguida a competiciones continentales: "Al final, estamos ahí, en la pelea. El club y el equipo queremos cumplir los objetivos. Que nadie dude de que nosotros también queremos ganar. Hay momentos duros y malas rachas, como la que nos ha tocado. Hay que revertirla, hacer autocrítica, y dar un poco más cada uno para mejorar: correr más, estar más concentrados...".
El Domingo de Resurrección, al Betis le espera en Montilivi la gran revelación de LaLiga 23/24, segunda en la tabla pese a no ofrecer ya tan a menudo esa imagen arrolladora del principio: "No hay que mirar quién pasa por un buen momento o no. Eso es fútbol; el Rayo había ganado dos partidos de 23, pero nos venció. Vamos a Girona con respeto, pero sin miedo. Ya no nos sirve empatar, por lo que vamos a por los tres puntos. Pensamos únicamente en ganar, que es como cambian los equipos". A título personal, lamenta que las lesiones hayan lastrado su "paso adelante" de este curso, donde ha unido el "ritmo competitivo" en el lateral derecho, una posición a la que le ha "costado adaptarse", con una "mayor confianza" en sí mismo. Y ve el vaso medio lleno: "Dentro de lo malo, me quedo con que he acortado plazos y no han pasado de dos semanas cada una, porque estaba en un buen momento; no quieres parar y sí ayudar al equipo".