El elegido de Laporta

Desde el anuncio de Xavi de que iba a abandonar el Fútbol Club Barcelona, hace ya casi un mes, después de perder en Villarreal, la lista de candidatos que han saltado de cara a sentarse en el banquillo culé a partir de julio es interminable. Desde el sueño de Jurgen Klopp, a la vertiente alemana con Tuchel o sobre todo, Flick, que aunque esté dirigiendo la selección alemana, no descarta volver a los banquillos de clubes y la de la Ciudad Condal parece una opción irrechazable. Tampoco hay que descartar a los antiguos entrenadores culés, como Luis Enrique o sobre todo Guardiola, aunque ambos parecen poco más que utópicos. Pero volviendo a la vida real, las principales parecen dos, subir al mexicano Rafa Márquez del filial, que ya ha confirmado su disponibilidad y ganas,y la que más peso ha cogido en las últimas horas, el italiano Roberto De Zerbi.

El preparador transalpino está encandilando al fútbol europeo en general y europeo en particular con el Brighton, gracias a un juego muy vistoso, vertical y dinámico, en el que está logrando convertir a jugadores prácticamente desconocidos en piezas muy valoradas por los grandes clubes. Desde que Graham Potter abandonó el barco blanquiazul a finales de la 2021/22 para coger las riendas del Chelsea, con un resultado muy pobre, De Zerbi se puso a los mandos de los las 'Gaviotas', con un resultado apabullantemente bueno. Tras devolver a un deprimido Shaktar Donetsk post-guerra de Ucrania a la élite, protagonizando grandes noches europeas, le llegó la oportunidad en la Premier y no la ha desaprovechado.

En su primera campaña en el Falmer Stadium finalizó en sexta posición, pero más allá del puesto, mantuvo una consistencia destacable y formó a muchos jugadores que hoy nutren las mejores plantillas del mundo. Este es el caso de Moisés Caicedo en el Chelsea. Además de vender caro, también sabe formar estrellas, como Leandro Trossard o algunos que ahora mismo destacan como Mitoma o Evan Ferguson. Incluso las relaciones con el Barça son buenas, ya que los de Laporta les cedieron a Ansu Fati, en busca de relanzar la carrera del joven. Estas relaciones deberán ponerse a prueba, ya que uno de los condicionantes que permitiría al de Brescia ser el preparador blaugrana es que su club actual le perdone el pago de 10 millones de euros a su nuevo club. Eso no parece sencillo, pero la situación culé es muy mala y cualquier ahorro es bienvenido, incluso si influye directamente en su futuro, como es el caso.