En 2020 Ansu Fati iba para estrella del fútbol mundial. Estaba llamado a recoger el testigo de Leo Messi en el Fútbol Club Barcelona y de hecho, heredo el '10' que dejó libre el argentino con su marcha al París Saint-Germain pero una serie lesiones cortaron su progresión y ahora, con 21 años y tras una cesión infructuosa en el Brighton inglés, su futuro es una incógnita. Aunque en el Barça parecen haber cambiado de idea y si de primeras estaban decididos a buscarle una nueva cesión este verano, con la llegada de Hansi Flick al menos tendrá la oportunidad de convencer al técnico alemán.
El Barcelona se niega a dar por perdido a un futbolista que atesoró tanto talento y todavía cree que es un futbolista recuperable. Además, Ansu Fati tiene contrato con el Barça hasta el 30 de junio de 2026 por lo que antes de buscarle una salida, que sería la última alternativa, Hansi Flick y el Barça quieren verlo en la pretemporada tal y como apunta Mundo Deportivo. Aunque otra de las razones, además de la deportiva, es la económica.
Cabe recordar que Ansu Fati cobra ocho millones de euros brutos y no muchos clubes podrían asumir la totalidad de su ficha, por lo que en el Barça habrán pensado que para pagar ellos el 80, 70 o 60 por ciento de la ficha y que lo disfrute otro equipo, se lo quedan e intentan recuperarlo futbolísticamente. A día de hoy, lo único que haría al Barça desprenderse del jugador sería un traspaso. Si llegara algún club dispuesto a poner 40 millones de euros, otro gallo cantaría.
Sea como fuere, Ansu Fati va a comenzar la pretemporada con el Barça como uno más, volverá a recuperar el '10' que heredó de Messi y todos en Can Barça esperan volver a ver a ese jugador que maravilló en sus inicios. Y para ello tendrá un plan de trabajo físico específico desde el primer día para intentar de hacer una recuperación similar a la que han llevado a cabo con Pedri en este último año.
Ansu Fati tenía por delante (y todavía puede tenerlo) un futuro brillante. Sin embargo, en noviembre de 2020 sufrió una grave lesión de menisco en su rodilla izquierda que le tuvo casi un año lejos de los terrenos de juego y le obligó a perderse toda la 20/21. Regresó en la séptima jornada de la 21/22 pero ya nada era igual, nuevas molestias en la rodilla, una lesión en el muslo y otros cinco meses de baja. Tan sólo pudo jugar 15 partidos donde firmó seis goles y una asistencia.
La temporada 2022/2023 fue diferente. Las lesiones y los problemas musculares quedaron atrás y el delantero hispano-guineano pudo tener continuidad y minutos, quizás no todos los que hubiera deseado pues aunque participó en 51 encuentros, se quedó en 1.827 minutos, es decir, una media de 31 minutos por encuentro. 10 goles y cuatro asistencias dejó en sus estadísticas. Pero el verano pasado el futbolista quiso salir, quiso probar algo nuevo y a sus 20 años, demostrar que está más en el Barça. Apostó por el Brighton inglés pero no salió bien. Cuando De Zerbi empezó a darla la titularidad llegó una lesión muscular en el gemelo que le tuvo dos meses en la enfermería y desde su recuperación en febrero, otra vez a empezar. Pero De Zerbi ya llevaba al equipo como un tiro y a Fati le costó recobrar sensaciones y entrar en esa dinámica competitiva, dejando finalmente cuatro goles y una asistencia en 27 partidos.