El primer tiempo entre el Atlético de Madrid y el Girona ha sido de lo más vertiginoso. Después de que los de Míchel se adelantaran pronto en el marcador, los de Simeone tuvieron que remar contracorriente para igualar la contienda. Así, tras una clara mano producida en el área de la escuadra catalana, llegó el gol de penalti de Antoine Griezmann, quien rompía su sequía. Sin embargo, no todo han sido buenas noticias para los locales.
Pocos minutos antes de que se pitara el descanso, el técnico argentino tuvo que hacer de forma forzada su primer cambio. Morata tuvo que entrar antes de tiempo en el terreno de juego por Saúl, que tuvo que pedir la sustitución. El ilicitano, que se dolía de su tobillo derecho, no pudo continuar y tuvo que marcharse entre gestos de dolor.
Ha sido un encuentro de contrastes para el medio, que también ejerce como lateral o carrilero depende de la ocasión. Tras comenzar en el carril izquierdo, cambió de posición con Rodrigo Riquelme, y vio una cartulina amarilla por agarrar a Savinho, una de las estrellas del Girona, evitando un contragolpe de la escuadra visitante.
En el transcurso de la segunda mitad, el futbolista madrileño también tuvo que ser reemplazado. Su caso es más delicado, ya que podría haber sido el sustituto de Samuel Lino, sancionado, en el choque de vuelta de la Champions ante el Borussia Dortmund.
En una acción aislada, Riquelme, que se enfrentaba a su exequipo, le dio una patada al césped, y eso provocó que se le doblara el tobillo. No cejó en su empeño y se probó, buscando continuar, pero no fue posible. Durante unos minutos, se retrasó su cambio, el cual terminó llevándose a cabo. Esta es una muy mala noticia para el Atlético, que tendrá que reformular el carril izquierdo casi por completo esta próxima semana.