Muchos hinchas del Real Madrid, el Atlético de Madrid y el Juventus de Turín seguramente aguarden que la bola que les depare el sorteo de mañana sea la del Mónaco, pero el club liderado por
Kylian Mbappé y
Radamel Falcao ¿es tan accesible como se cree?
Es cierto que el club del
Principado es el de menos pedigrí entre los semifinalistas, su plantilla tiene la menor cotización -198 millones frente a los 450 de la 'Juve', los 500 del Atlético y los 765 del Real Madrid- e incluso su estadio, con capacidad para unos 20.000 espectadores, es minúsculo en relación a sus potenciales rivales. Sin embargo, el recorrido de los chicos del portugués
Leonardo Jardim impresiona. Son líderes en el campeonato francés y semifinalistas de la Champions después de haber apeado al Manchester City de Pep Guardiola en los octavos de marzo y al
Borussia Dortmund en los cuartos de anoche con festivales de goles en ambas eliminatorias.
Si hay un rasgo que define bien este curso al equipo de Jardim es precisamente el gol. En 32 partidos del campeonato, acumulan 90, uno menos que el Barcelona, club líder en este capítulo entre las cinco mayores Ligas europeas. Y en esta edición de la
Liga de Campeones cuentan con 21 dianas, el quinto más realizador a siete del líder anotador
Real Madrid. Aunque le colgaron desde el principio el sambenito de promover un estilo de juego aburrido, Jardim, de 42 años, ha desmentido a los críticos y ha conseguido montar un equipo que da espectáculo, aunque en su estilo: sin florituras, con poca posesión del balón y solidario en los esfuerzos defensivos.
"Caímos ante un equipo mejor que el nuestro, rápido al contragolpe y que sabe a lo que juega", reconoció el extremo francés del Borussia Dortmund
Ousmane Dembélé, nada más caer anoche ante el Mónaco (2-3 en la ida y 3-1 en la vuelta). Un 4-4-2, compuesto en su mayoría por jugadores jóvenes con margen de progresión, es el esquema táctico más común de los monegascos. Sus estandartes, el prodigioso delantero francés
Kylian Mbappé, el extremo portugués Bernardo Silva y el colombiano Radamel Falcao, que ha recuperado el faro de gol (acumula 27) y que luce el brazalete de capitán.
Mbappé, de 18 años y al que comparan con
Thierry Henry, ha explotado en solo cuatro meses en el primer equipo y suma cinco tantos en Liga de Campeones y 12 en Liga francesa. En Europa marca cada 71 minutos y en el campeonato local cada 89. Otros pilares del Mónaco son el medio defensivo brasileño Fabinho, que militó en la cantera del Real Madrid, el lateral franco-maliense
Djibril Sidibé, el interior zurdo francés Thomas Lemar o el medio centro franco-marfileño Tiémoué Bakayoko. Menos Falcao, que cuenta con 31, el resto tiene menos de 25 años.
El mérito del club del
Principado es mayor si se tiene en cuenta su nueva política de fichajes. Propiedad del magnate ruso Dmitri Rybolóvlev, el Mónaco tuvo que disminuir considerablemente su inversión para cumplir con el "fair play" financiero de la UEFA. Los montos desembolsados en 2013 por los colombianos Radamel Falcao (60 millones) y James Rodríguez (45 millones) o el portugués
Joao Moutinho (25 millones) son cosas del pasado y ahora la apuesta es por jugadores relativamente desconocidos, pero con proyección.
Siete veces campeón de Francia y finalista de la Liga de Campeones en 2004, la entidad rojiblanca ha servido además de motivo de orgullo para el fútbol galo. Desde que en 2010 el
Olympique de Lyon jugase las semifinales, no había disputado otro conjunto del campeonato francés esa instancia.