La eterna caída de 'El Messi alemán'

La eterna caída de 'El Messi alemán'
A Marin tampoco le va bien en Grecia. - C. Pérez
Carlos PérezCarlos Pérez4 min lectura
Fue uno de esos pocos fichajes fallidos que se le pueden apuntar en el debe a Monchi. Y tampoco es que saliese muy caro. Simplemente, fue una cesión de un futbolista de esos al que el de San Fernando coge de capa caída para hacer renacer en Nervión. Pero ni Marko Marin dio en el Sevilla lo esperado, ni tampoco lo ha hecho en ninguno de los equipos en los que ha estado posteriormente. Y no son pocos. Casi uno por año.

El mediaputa brilló en el Borussia Mönchengladbach, primero, y más tarde en el Werder Bremen, hasta el punto de ganarse el sobrenombre de 'El Messi alemán', además de un jugoso y largo contrato con el Chelsea. Fue ahí, en 2012, cuando comenzó su cuesta abajo

Monchi fue el más rápido en hacerse con su préstamo y Marin causó una enorme expectación en la capital hispalense. De hecho, empezó jugando a las órdenes de Unai Emery y dejando importantes detalles de su capacidad técnica. Hasta octubre. Con su lesión, comenzó a desaparecer y ya sólo jugó a cuentagotas. Sus números no fueron malos (dos tantos y siete asistencias en 1.500 minutos), pero se desenganchó cuando el equipo, que ya soñaba con ser campeón, necesitaba más competitividad. La final de la Europa League ante el Benfica, en Tunín, dejó patente que no estaba ya para muchos trotes. El técnico vasco le dio la oportunidad en el minuto 74, entrando por Reyes, pero le quitó en el 104, por Gameiro. Marin, en lugar de saltar al campo con personalidad, se escondió.

Regresó a Londres y su siguiente salida fue a la Fiorentina, donde lo 'cortaron' a los seis meses. Desde Florencia, bajó otro escalón y se marchó a una liga menor para vestir los colores del Anderlecht. Otro fracaso, como el que volvería a firmar más tarde en el Trabzonspor turco. Sería su última cesión, pues el pasado verano el Olympiacos compró su pase por tres millones de euros. Grecia es su séptimo país en cinco años. Y tampoco le va nada bien, claro. Marin se quedó fuera de la lista para el último derbi ateniense, disputado el pasado día 19, por lo que tuvo que ver el partido por televisión.

De nuevo, sus números (un gol y cuatro asistencias en poco más de 400 minutos) son mejores que su rendimiento. Ocurre igual con su palmarés: a los 28 años, tiene un Campeonato de Europa sub 21, una medalla de bronce en un Mundial y ha ganado dos veces la Europa League. No todos los futbolistas pueden decir lo mismo.

El caso es que la carrera de 'El Messi alemán' sigue de manera descendiente. Según el técnico interino de Olympiacos, Taskis Lemonis, no le convoca por "razones tácticas". "Espero que mejore su rendimiento", soltó posteriormente en sala de prensa, una frase ya conocida por Marin, un futbolista con un talento natural al que le falta de competitividad le está haciendo caer en picado. Y le van quedando pocos sitios donde probar.