Karlos Arguiñano es uno de los cocineros más populares de nuestro país. El chef vasco llevó su cocina a todas las casas de la mano de Televisión Española en 1992, siendo pionero en nuestro país. Tras aquello han venido libros y miles de programas, ahora en Antena 3, con los que Karlos Arguiñano ha acercado el mundo de la cocina a todos los españoles.
El cocinero vasco no sólo ha triunfado con sus recetas, sino también con su sentido del humor y sus comentados chistes. Arguiñano acudió este jueves a 'El Hormiguero' para presentar su nuevo libro de recetas, '545 recetas para triunfar. Fáciles de hacer y ricas de comer'.
Siempre con buen humor, el cocinero de 75 años explicó a Pablo Motos sus inicios en la cocina. "Empecé a los ocho años porque mi madre cogió una polio y tuve que ayudarla. Llegaba de la escuela y le tenía que ayudar a triturar la salsa de tomate, picar los puerros, poner la mesa... Era un chaval movido, que me movía mucho y no aprobaba nada. Mi padre se creía que era tonto. Mi padre quería que yo fuera arquitecto... Con lo bien que yo pelo las patatas", contó entre risas.
Motos también le preguntó por las cenas navideñas y qué hacer si ve a alguien comiendo gambas con cuchillo y tenedor. "Yo si voy a algún sitio y veo a alguno que se está comiendo las gambas con cuchillos, yo me voy a otro sitio... Siempre las manos limpias, yo me limpio las manos miles de veces, porque los que estamos en la cocina debemos tener las manos limpias... Es el mayor piropo que me puede echar un ama de casa, que me diga 'Carlos que limpio eres en la cocina'", aseguró.
"En España hay un porcentaje muy elevado, hasta hace muy poco, que echaban todos los aceites sucios por los fregaderos y eso es un error... Para los aceites sucios hay que tener un bote con tapa y echarlo ahí. Ahora en todos los pueblos hay donde dejar el aceite sucio... Eso es fundamental", siguió contando sobre la limpieza entre fogones.
El cocinero también habló de las Navidades. "Tengo 40 capones ahora para Navidad, que suelo regalarlos ahora a los amigos, porque la familia nos regalamos árboles. Cuando tienes 14 nietos ellos ya tienen de todo... Entonces hace diez o doce años empezamos a regalarnos árboles y tengo plantado unos trescientos", indicó.
"Cuando tú regalas una o dos docenas de huevos a una persona te llaman... 'Es que la yema se queda pegada al plato'", explicaba Arguiñano, a lo que Motos respondía: "tus huevos tienen un color especial", generando las risas en la mesa y entre el público.